miércoles, 30 de mayo de 2012

1741; El asedio a Cartagena de Indias. La batalla.



A las nueve de la mañana del 13 de marzo de 1741, la flota del almirante Vernon se coloco frente a Cartagena de indias.

Lo primero que hizo el almirante ingles fue enviar un par de navíos para conocer el alcance de los cañones del noroeste de la plaza. Decidió fondear la flota en la Boquilla, situada a 10 kilómetros al norte de Cartagena.


Vernon intento el desembarco de las tropas al día siguiente, pero el desconocimiento del terreno y las corrientes impidieron el éxito de la operación.Ademas, la presencia de tres compañías de infantería y un destacamento de caballería española en la zona obligo a Vernon a pensar en una opción que no contemplaba en su plan de ataque original, que era evitar entrar por Bocachica y Bocagrande.

Al amanecer del día 17 varios navíos ingleses se presentaron ante Bocachica, donde fueron recibidos a cañonazos. Eslava mando 200 marineros al Fuerte de San luis, que guardaba la entrada a Bocachica. También envió 150 infantes a la Boquilla, por si los ingleses volvían a intentar los desembarcos allí. Y tapo la entrada a Bocagrande con dos buques, el Dragón y el Conquistador.

El día 20, los ingleses se decidieron al ataque de Bocachica. Toda la escuadra británica se dirigió hacia allí. Cuatro navíos británicos de 80 cañones destruyeron las baterías de Tierra Bomba, recibiendo serios daños a cambio. El fuerte de San Luis estaba apoyado por las baterías de San José y Punta Abanicos y por cuatro buques españoles allí fondeados, Galicia, san Felipe, Africa y san Carlos.

Vernon se vio obligado a desembarcar tropas en Tierra Bomba para instalar morteros que batieran el fuerte. Fue una labor muy complicada, ya que la isla tenía una espesa vegetación en un suelo pantanoso.Ademas, guerrillas españolas hostigaban a las fuerzas británicas en Tierra bomba. Al final, los  británicos consiguieron instalar la artillería y comenzaron a bombardear el fuerte San luis.El día 25, Lezo propuso abandonar el fuerte y hundir los barcos para tapar la entrada a la bahía, pero el virrey Eslava se negó a ello, pues era partidario de la defensa cerrada a base de fortificaciones.

 Fuerte san Luis.

Los ingleses habían conseguido emplazar una batería de 20 piezas para bombardear el fuerte de san Luis.Y en los días 29,30 31, las baterías españolas fueron arrasadas. En punta Abanicos murieron todos los defensores, al igual que en san Jose, no sin antes hundir varios navíos  británicos pequeños que se acercaron demasiado.

El día 3 de abril, los ingleses se lanzaron al asalto del fuerte san Luis, consiguiendo llegar a las puertas. Las partidas de infantería enviadas desde Cartagena poco pudieron hacer ante la abrumadora superioridad numérica británica.



Perdido san Luis, Lezo sacrifico sus cuatro navíos tratando de cerrar la entrada  a la bahía. Solo pudieron prender fuego a tres de los barcos, pues el buque Galicia cayó en manos de los ingleses, junto con 11 oficiales y 40 soldados de la marina.

El virrey Eslava, inasequible al desaliento, ordeno reforzar el catillo de santa Cruz en Boca grande, y que los navíos Dragón y Conquistador cubriesen el canal que llevaba a la bahía interior.

Vernon necesito 16 días de combate y la pérdida de 700 hombres para doblegar  a los 400 defensores del fuerte San Luis.hsta tal punto fue importante su resistencia que Vernom se planteo la posibilidad de abandonar el asedio.

Pero ahora, la bahía exterior estaba ocupada por la flota británica. Hasta el día 17, los británicos se dedicaron a desembarcar tropas y pertrechos para realizar el ataque definitivo que creían les llevaría  a la victoria.


Con la bahía exterior en poder de los británicos, se les abría la posibilidad de elegir qué camino tomar para conquistar Cartagena.

Por Bocagande, entrando en la ciudad por el sur o por tierra, atacando el castillo de san Felipe.

A Vernon y Wentworth les parecía mejor la opción de atacar por tierra. Pero antes debían asegurar los flancos, y el día 11 ocupaban prácticamente sin lucha el fuerte de santa Cruz. 

Los españoles intentaron hundir los dos navíos que les quedaban, pero el Conquistador fue capturado por los ingleses. Al día siguiente consiguieron introducir en la bahía interior un barco de 60 cañones, tres fragatas y un paquebote.La caída de Cartagena en manos británicas parecía inminente.

“Una triste congoja oprimió el pecho de los cartageneros, sobre los tejados del convento de nuestra señora de la popa, ondeaba audaz y apuesta la bandera enemiga”.

Allí se situaron las baterías que debían bombardear san Felipe antes del asalto final. Vernon se creía ya dueño de la ciudad y envió un paquebote rumbo a Jamaica anunciando una victoria que no podía escapársele.

La noticia llego a Londres, entonces fue cuando se acuñaron las famosas monedas conmemorativas celebrando un triunfo que nunca se produjo.

El 20 de abril, a las 4 de la madrugda, Wentworth ordeno tomar por asalto el castillo de  san Felipe. Con el auxilio de bombas y escalas, 3.500 hombres divididos en tres columnas, cada una precedida de 2 compañías de granaderos, se lanzaron al ataque.

 Castillo san Felipe.

San Felipe, un pequeño castillo, se hallaba protegido por un pequeño hornabeque, una fortificación exterior a la muralla, protegido a su vez por una plataforma con una batería de cinco cañones. Los defensores del castillo no pasaban de 500 infantes del regimiento de Aragón y España, y unos pocos artilleros.

Los ingleses avanzaron hacia el hornabeque, en medio del fuego constante de fusilería y artillería. A las 6 de la mañana sale de la ciudad el teniente Melchor de Navarrete, al mando de dos compañías, una de ellas de milicianos, que calan bayonetas y cargan sobre el flanco izquierdo de la fuerza atacante.La guarnición del fuerte abandona sus parapetos y se suma al ataque a la bayoneta.


Los ingleses huyen, dejando en el campo sus escalas  y útiles de asedio, además de 450 muertos y más de 1.000 heridos. Los sitiados registran solo 20 bajas.

Wentwort y Vernon se recriminaron mutuamente el fracaso. El día 24,Vernon ordeno repetir el asalto, pero los soldados británicos se negaron a realizar dicho asalto y Vernon ordeno la ejecución de 50 soldados para restaurar la disciplina, pero el ataque se cancelo.

El general Wentworth solicito a los españoles una tregua para recoger sus muertos e intercambiar prisioneros, tregua que fue aceptada y acordada para el día 30.

El día 25 los ingleses atacaron el fuerte de Manzanillo, que estaba defendido por 24 milicianos al mando del capitán Baltasar Ortega.

 Fuerte  de Manzanillo.

La guarnición retiro los cañones de la muralla al interior de la fortaleza.La artillería británica destruyo la muralla y creó una gran brecha, por la que la infantería británica comenzó el asalto, pero al penetrar en la fortaleza descubrieron que los cañones que creían destruidos les arrojaba metralla a quemarropa. Tras las primeras andanadas de la artillería española, los británicos huyeron, dejando 200 muertos tras de sí.

Para entonces había comenzado la temporada de las lluvias, y la fiebre amarilla hacía estragos entre la marinería británica: en los barcos morían diariamente entre 25 y 30 marineros. Sus cuerpos eran arrojados al mar, flotando en la bahía, por lo que la peste pronto hizo su apariricion.

El 27 de abril, el navío Galicia, que había sido preparado por los ingleses como batería flotante, se acerco a las murallas para batirlas. Las baterías españolas dispararon y consiguieron incendiar el barco.Aterrorizados, sus tripulantes británicos lo abandonaron, y el barco en llamas, impulsado por la brisa, derivo hacia otros barcos ingleses fondeados, consiguiendo incendiar varios de ellos.

El día 30 se produjo el canje de los prisioneros, devolviendo los españoles más de 500 ingleses heridos y enfermos. Los prisioneros españoles recién liberados informaron  de las fortísimas perdidas inlgesas.1.500 muertos en san Felipe, 700 en san luis, 200 en el manzanillo y 2.500 muertos por enfermedad.

Desde ese día y hasta el 20 de mayo, fecha de su retirada definitiva, los británicos se dedicaron a demoler las estructuras ocupadas.

Los británicos perdieron por combate contra los fuertes y otros daños, diecinueve navíos, cuatro fragatas y veintisiete transportes.

En el momento de su retirada, sólo disponían de 1.700 marineros útiles: seis buques más tuvieron que ser abandonados por no tener suficiente tripulación para gobernarlos.

Las bajas británicas, alcanzaron a los 18.000 hombres entre muertos y heridos, la mitad de ellos en combate y el resto por enfermedades.

Las bajas españolas fueron de 200 hombres, entre ellos Blas de Lezo, que falleció de sus heridas el 7 de septiembre de 1741.

Vernon fracaso de nuevo en Santiago de Cuba y Portobello. Quiso atacar de nuevo Cartagena de indias, pero sufrió una desagradable sorpresa al descubrir que en pocos meses Eslava, que había sido ascendido a capitán general de los reales ejércitos, había reconstruido los fuertes.

Vernon volvió a Inglaterra en 1742 donde comunico que la presunta victoria en Cartagena de indias nunca existió. Esto causo tal vergüenza al rey británico Jorge II que prohibió escribir sobre el asunto a los historiadores ingleses.

Vernon fue relevado de su cargo inmediatamente, y nunca más tuvo otro cargo. Aunque para tratar de ocultar aun más  la derrota, a su muerte fue enterrado con todos los honores en la Abadía de Westminter, como si hubiera sido un exitoso héroe.

Para entonces, la guerra de la oreja de Jenkins se había complicado con la sucesión de Austria, y la situación en Europa exigió a Inglaterra nuevos esfuerzos. En 1748 se llego a la paz de Aquisgran, donde gracias a la derrota de Vernon España se presento con una posición de fuerza.


Spanish Colonial fortifications  - Alejandro de Quesada.
The spanish army in 1700-1793 - Rene Chartrand
El dia que España derroto a Inglaterra - Pablo Victoria.

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