jueves, 15 de noviembre de 2012

Castra aestiua: el campamento legionario provisional.




Todas las tardes, al finalizar la jornada  de una legión en marcha, los legionarios debían quedar al abrigo de una defensa.

El origen de las fortificaciones romanas no es muy  claro. Frontino asegura que en el inicio, los soldados romanos se agrupan en cabañas, por cohortes. Durante la campaña en Italia de Pirro, rey de Epiro, los soldados romanos asaltaron con  éxito uno de sus campamentos, estudiaron su disposición y pasaron  a imitarlo. 

Antes de edificar un campamento, era preciso elegir cuidadosamente su emplazamiento. El encargado de tal cometido era el metator, que marchaba por delante de la columna en movimiento. Un suelo en pendiente era preferible, ya que facilitaba la evacuación del agua. Debía haber cerca una fuente de agua potable (preferiblemente un rio navegable), para tener suministro continuado en caso de asedio. Y sobre todo, debia alejarse el campamento de cualquier altura desde la que el enemigo pudiera arrojar fácilmente proyectiles contra la guarnición.

A la labor se dedicaba la mitad de la tropa,mientras el resto se ocupaba de vigilar la zona y estar atentos a cualquier posible ataque enemigo.
 
Se comenzaba por aplanar el suelo. Después ,se levantaba la empalizada y se excavaba un foso (fossa ) en forma de v,de 3 metros de profundidad y 4 o 5 de ancho.la tierra extraída se utilizaba para formar un terraplén ( agger )de 1,25 metros de altura aproximadamente. Y la parte frontal de este terraplén se cubría con ramas y hierba extraída de la zanja.


Por encima del agger se construía la empalizada (vallum) de madera , ramas o incluso de piedra. Se construían torres a intervalos determinados, donde se colocaban las piezas de artillería, como balistas o catapultas.

En el interior se dejaba un espacio vacío (interuallum), separado de la empalizada, que permitía los desplazamientos rápidos de la guarnición en caso de ataque.

Una vez decidió el lugar, se plantaba un abandera blanca donde se colocaría la tienda del cónsul, el praetorium,noralmente en el centro del campamento.Alli, el agrimensor colocaba una groma, que permitía hacer divisiones en ángulos de 90.Se fijaba el emplazamiento de las vías y de las empalizadas, que se colocaban a unos 400 metros del praetorium.Las vías delimitaban el espacio interior en zonas rectangulares, en cuyo interior se instalaban las tiendas de los legionarios.


Desde el pretorium se trazaba una vía (vía pretoria ) hasta la puerta principal (porta pretoria),y siguiendo la vía pretoria hacia el otro lado se encontraba la porta decumana,la puerta trasera, llegando a ella por la vía decumana.

Transversal a la vía decumana,y situada por detrás del praetorium se encontraba la vía principalis,a cuyos extremos se situaban las portas principalis,dextra y sinistra,a la izquierda y derecha, respectivamente.

Otra via,llamada vía quintana, transversal a la vía decumana y paralela a la vía principalis completaba las vías principales de comunicación del campamento. Otro camino transcurría por el perímetro interior de la valla defensiva, se llamaba vía sagularis y permitía el rápido movimiento de las tropas por el interior del campamento.

Las intersecciones entre las distintas vías principales formaban varias zonas claramente diferenciadas :

Praetentura,era el espacio situado entre la porta praetoria y la vía principalis, se dividía en dos zonas, por la vía pretoria, izquierda y derecha

Retentura,la zona situada entre la vía quintana y la porta decumana,dividida en dos por la vía decumana.

Latera praetorii,era la zona situada entre la vía principalis y la vía quintana.


En la praetentura se ubicaban ,además del cuartel general de la legión ( principia ),una plaza de reuniones o foro y el quaestorium,donde se guardaban los prisioneros y el botín.

La praetentura era la zona del campo más cercana al posible enemigo, y allí se establecían las tiendas de la primera cohorte de la legion,ya que la primera cohorte estaba compuesta de los legionarios más veteranos y combativos. Toda esta área estaba bajo la supervisión directa del praefectus castrorum,el prefecto del campo.

En el latera pretorii se encontraba la tienda del cónsul (praetorium ),al lado de los estandartes e insignias de cada legion,guardados en el sacellum.La tienda hospital (valetudinarium),la tienda del veterinario (veterinarium ),las tiendas para guardar el grano y otros alimentos (horreum ),la tienda para los herreros (fabrica ),se situaban también en esta zona, ya que al estar en medio era la mejor protegida.

 La retentura albergaba las tiendas de las cohortes menos experimentadas, además de las tropas auxiliares y la caballería.

La forma y el tamaño de estos campamentos provisionales no eran fijos. Cuadrados o rectangulares, en algunas ocasiones se optaba por eliminar la zona de retentura y se colocaba la legión completa en la praetentura,para que toda la legión estuviera en la zona más cercana al posible ataque enemigo.

Las puertas recibían una atención especial, ya que eran el punto más débil de las defensas, por donde el enemigo intentaría acceder en primer lugar. Solían construirse en el mismo material que la valla, y podrían dividirse en dos tipos :

Titulum - Los soldados levantaban un pequeño obstáculo paralelo al recinto, situado exactamente en el eje de paso.

Clauicula – Se realizaba una prolongación de las murallas hacia el interior y el exterior, formando dos cuartos de círculo.


Ante cada puerta se colocaba un grupo de velites,llamados custodii,para prevenir un ataque sorpresa, y centinelas (excubiae ) montaban guardia  a lo largo de la muralla.


Por la noche, desde la puesta de sol al amanecer, se dividía en cuatro partes iguales llamadas vigilae,y la contraseña (signum ) de cada noche se enseñaba a los centinelas en pequeñas tabletas de madera (teselas ),pasando por toda la línea hasta volver de nuevo a manos del tribuno, que era quien la establecía.

El hecho de que todo el campamento y sus defensas exteriores se construyesen cada tarde y se destruyese a la mañana siguiente indica que cada legionario y cada oficial sabían perfectamente su cometido y lo realizaba sin perder tiempo, lo que a su vez implicaba un adiestramiento altísimo.

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