jueves, 29 de agosto de 2013

1943: ¡No disparen, somos americanos! (1ª parte)





Cualquier libro ilustrado sobre la segunda guerra mundial contiene entre sus imágenes al menos una en la que aparecen el presidente Roosevelt, el premier Churchill y Stalin, en la cumbre de Teherán de noviembre de 1943.

Invariablemente, la frase que ilustra la imagen suele referirse a que dicha reunión solidifico la alianza para la derrota total del Eje.

Pero es poco conocido que dicho momento ,dicha imagen histórica, estuvo muy cerca de no haberse producido nunca. Al menos, con los mismos participantes.

Porque el presidente Roosevelt, su estado mayor prácticamente al completo y varios de sus más cercanos colaboradores fueron víctimas de un ataque con torpedos en su camino a Teheran,a bordo del USS Iowa.

 USS Iowa.

Pero lo más curioso del hecho es que los autores de dicho ataque no fueron alemanes o japoneses, sino un navío de la propia armada USA, el destructor William D. Porter,conocido por sus tripulantes como Willie Dee.

USS Willie Dee había sido puesto en servicio en julio de 1943,y tenía una tripulación de 125 marinos, tan novatos e inexpertos como el propio buque. Con apenas un par de semanas de entrenamiento de los marinos (muchos de ellos granjeros o estudiantes de instituto  ),Willie Dee fue asignado como buque de escolta para una misión altamente secreta.


 Roosevelt arribo al USS Iowa el 4 de noviembre, junto con su secretario de estado Corden Hull,la junta de jefes de estado mayor del ejército americano casi al completo y un número indeterminado de secretarios de estado, asesores y personal de servicio,totalizando mas de 80 personas.

Todos habían sido transportados desde Washington al USS Iowa en el mas estricto de los secretos. El acorazado se había visto obligado a descargar la mayoría de su combustible para poder entrar en el rio Potomac y llegar a Washington.

Su escolta se componía de dos portaaviones ligeros y tres destructores,entre los que se encontraba el Willie Dee.

La misión era simple,pero muy importante y ciertamente peligrosa. El convoy debería viajar a su velocidad máxima hasta Mers-el-Kehbir,en África del norte,para desde alli dirigirse a El Cairo donde se produciría una reunion preparatoria a la que asistirian Roosevelt ,Churchill,Stalin y el generalísimo chino Chang Kai Chek.

Incluso a su máxima velocidad, el viaje duraría al menos 9 días .Durante el viaje los buques y sus tripulaciones continuarían con sus tareas habituales.

Además de las tareas habituales, en el Willie Dee continuaría el entrenamiento de sus inexpertos marinos.

La travesía no comenzó bien para los tripulantes del destructor.Para sacar el barco de su atracadero en Norfolk, el  capitán Wilfred Walter trato de maniobrar marcha atrás, con la mala suerte de arrastrar con el ancla del destructor  otro barco que había atracado justo al lado., al que se le rompieron barandillas, botes de salvamento,etc.Los daños en el Willie Dee se limitaron a unos pequeños arañazos en el ancla.

 Base naval en Norfolk.

Con mucha prisa para reunirse con el Iowa, el capitán Walter solo tuvo tiempo para una rápida disculpa antes de continuar su camino.

No habían pasado 48 horas cuando Willie Dee protagonizo otro incidente.

El convoy circulaba por una conocida zona de caza de los submarinos alemanes, donde anteriormente se habían producido varios hundimientos de mercantes aliados.

De repente, una fuerte explosión sacudió el mar.Inmediatamente todos los buques se pusieron en alerta antisubmarina. Hasta que la radio del Willie Dee transmitió que no había ningún submarino enemigo a la vista.La explosión se había producido por que una de las cargas de profundidad del Willie Dee había caído accidentalmente del barco y había estallado por que dicha carga no tenia puesto el seguro .


 La ola provocada por la onda expansiva de la carga de profundidad alcanzo al Willie Dee, con tal mala fortuna que un marinero perdio el equilibrio y cayó al mar, donde desapareció.


 El destructor trato de detener su marcha, para intentar localizar y rescatar al marinero perdido, pero lo hizo con tal brusquedad que obligo a los buques que marchaban detrás a cambiar violentamente de rumbo, causando un total desorden en el convoy.

Esta maniobra capto la atención del jefe de operaciones navales de la marina estadounidense, que viajaba  a bordo del Iowa, almirante Ernest j. King.

 Almirante King.

Llamo inmediatamente al capitán Walter, y le dejo muy claro que estaba muy desencantado con la actitud del barco, de los tripulantes y del propio capitán Walter.

El capitán Walter se dio cuenta que sus posibilidades de ascenso en el escalafón naval se estaban esfumando, así que decidió que la tripulación entrenaría y ensayaría los ejercicios una y otra vez durante todo el trayecto restante hasta su destino.

El 14 de noviembre, cuando el convoy estaba situado al este de las islas Bermudas, el capitán del Iowa se ofreció a enseñar al presidente Roosevelt y sus acompañantes como el acorazado podía defenderse de ataques aéreos.

Varios globos aerostáticos se lanzaron al viento, para simular objetivos aéreos, mientras el presidente y sus acompañantes se sentaban cómodamente para disfrutar del espectáculo.

Desde 2.000 metros de distancia, el capitán Walter y su tripulación miraban, deseando ardientemente entrar en acción para tratar de restañar su honor herido.

Y tuvieron su oportunidad cuando varios de los globos se soltaron de sus amarras en el Iowa y entraron en  el campo de tiro de las arma del Willie Dee.

El capitán Walter envío a las dotaciones a sus puestos de combate, y las ametralladoras empezaron  disparar.

Viendo que sus tiradores acertaban con los blancos,y convencido de tener ante sus ojos una gran oportunidad de redimirse por sus errores anteriores, el capitán Walter ordeno a la tripulación la realización de un simulacro de lanzamiento de torpedos.

Bajo cubierta, en la sentina de almacenamiento de torpedos,los marineros Lawton Dawson y Toni Fazio comenzaron a simular una situación real de combate.

En un ejercicio con torpedos, la única diferencia entre una simulación y una situación real de combate es que en la simulación se extraían del torpedo el detonador de la pequeña carga explosiva que expulsaba el torpedo fuera del barco.


 Sin el detonador, no se causaba la explosión que expulsaba el torpedo hacia el agua. Se quedaba en el interior del tubo lanzatorpedos.

Y para llevar a cabo el ataque simulado,normalmente se solía elegir como objetivo el barco que se encontrara más cercano.

En ese momento, el objetivo más fácil para el ejercicio con los torpedos era el acorazado Iowa. El más cercano y el más grande.



(Continuara... )

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