lunes, 4 de noviembre de 2013

1915: Guerra secreta en Sudamerica (4ª parte )




Un representante del Deustche Bank en Sudamerica, el capitán Franz von Rintelen se puso a la tarea de fomentar una guerra entre EEUU y Mexico.La ocupación por parte de tropas estadounidenses  de la ciudad mejicana de Veracruz en noviembre de 1914 le dio la oportunidad de medrar en la guerra revolucionaria que estallo a principios de 1915 entre diferentes facciones mejicanas, a las que los agentes alemanes estaban dispuestos a proporcionar armas, dinero y explosivos.

A principios de 1915 el general Álvaro Obregón lideraba el cuerpo de ejército del noroeste, una de las tres partes en las que se dividía el ejército revolucionario de Venustiano Carranza, empeñado en la reconquista de ciudad de Méjico y la expulsión de las otras facciones de revolucionarios mejicanas a las fronteras del país.

Pero Carranza necesitaba el reconocimiento y la ayuda de los EEUU para liberar su país. Y a sus servicios de inteligencia se les ocurrió crear el plan de San Diego.

 General Venustiano Carranza,en el centro.

El primer punto del plan de San Diego llamaba a la creación del “ejercito de liberación de las razas y los pueblos”, formado por mejicanos, estadounidenses de origen mejicano, afro-americanos e indios nativos americanos. El objetivo era rebelarse contra los americanos blancos en los estados de Texas, Mississipi, Oklahoma, Arizona, California, Nevada, Colorado, Utah y Nuevo Mejico, exterminar a todos los adultos blancos y crear una republica, que mas tarde seria anexionada por Méjico.

Las guerrillas de dicho ejercito de liberación comenzaron sus ataques en Texas en julio de 1915, volando líneas ferreas, cortando líneas de teléfono y telégrafo y asesinado a varios granjeros blancos. A pesar de las sospechas del servicio de inteligencia de EEUU, que pensaba (con razón ) que los ataques no eran responsabilidad de un movimiento guerrillero independiente, sino de una operación secreta del gobierno mejicano, el pragmático presidente Wilson reconoció el 19 de octubre de 1915 al gobierno de  Venustiano Carranza.Los ataques en los estados fronterizos terminaron de golpe.

El apoyo y el reconocimiento norteamericano permitieron al gobierno de Carranza derrotar a su mayor rival, Pancho Villa, en la segunda batalla de Aguas Prietas, en noviembre de 1915.


 Tras la batalla,las tropas de Villa se habían visto reducidas a una pequeña guerrilla, pero tras su ataque a la ciudad norteamericana de  Columbus el 9 de marzo de 1916, Villa volvió a ocupar el centro de las preocupaciones de Carranza y del presidente Wilson.



Pocos días después, el presidente Wilson envió en busca de Villa al general John Pershing, al mando de 5000 soldados. El envió de esta expedición, que implicaba la entrada de tropas estadounidenses en Méjico, molesto profundamente a Carranza, que decidió aceptar la ayuda que desde hacia tiempo le estaban ofreciendo agentes alemanes.

Seis semanas despues del ataque de Villa a Columbus, Carranza acepto la oferta de 32 agentes alemanes para integrarse en sus servicios secretos: los agentes alemanes, con la cobertura de empresas de origen alemán y de los consulados alemanes en distintas ciudades mejicanas organizaron una extensa red, en una exitosa colaboración con los servicios secretos de Carranza.

Tras el reconocimiento del gobierno  de Carranza por los Estados Unidos, los mejicanos disponían, además de la embajada en Washington, de 24 consulados en ciudades de Estados Unidos, desde New York a San Francisco., que muy pronto se convirtieron en bases de espionaje, sabotaje, propaganda y otras actividades encubiertas, aprovechando una red que había proporcionado armas, municiones y lavado de dinero desde 1910.

Los graves problemas en la frontera con Méjico obligaron a los servicios secretos norteamericanos a modernizarse y expandirse. El BOI (Bureau of Investigations, antecesor del FBI) creció desde los 100 agentes hasta los 3.000, siendo enviados 200 de ellos hasta las zonas fronterizas con Mejico. Su información dependía de las 22 oficinas consulares que los estadounidenses tenían en Mejico, y las operaciones eran coordinadas por un agente de aduanas de la ciudad de El Paso, llamado Zach Cobb.

En respuesta a la expedición de castigo de Pershing,Carranza reactivo el plan de San Diego. Para ello, eligió a su general preferido, el general Pablo González Garza, que organizo la “revolución tejana” desde un cuartel en ciudad de Méjico.

 General Gonzalez Garza.

Al menos 6 o 7 oficiales japoneses y una docena de alemanes tomaron parte en operaciones de sabotaje en la frontera bajo el mando del  general González Garza.

Una importante fase de la operación  dirigida por el general González Garza consistía en promover motines en regimientos del ejercito USA formados exclusivamente por afroamericanos. Para ello utilizo a agentes de origen canadiense, como William Graves o Jesse Mosley.

A mediados de 1916, los ataques de la guerrilla del general González llevaron a Mexico y Estados Unidos al borde de la guerra abierta. El ejercito de los estados unidos movilizo a lo largo del rio Grande a mas de 100.000 soldados, preparados para la invasión.

Pero Carranza reculò y envió una carta pidiendo disculpas a los estadounidenses el 4 de julio, que aceptaron las disculpas, aunque las acciones guerrilleras continuaron un par de meses más.

El 30 de junio de 1916, varios agentes alemanes capitaneados por el teniente Lothar Witzke destruyeron un enorme depósito de armas y municiones del ejercito norteamericano en la terminal Black Tom, en el puerto de New Jersey, causando varios muertos y 22 millones de dólares en pérdidas.


 La colaboración entre los servicios secretos mejicanos y alemanes se incremento a finales de 1916.El embajador mejicano en berlin, Rafael Zuburan Campmany propuso un nuevo tratado secreto al secretario de asuntos exteriores alemán, Arthur Zimmermann, un pacto que modernizaría el ejercito mejicano con armas  e instructores alemanes y que permitiría la construcción en costas mejicanas de fabricas de municiones y estaciones de comunicaciones.

Mientras tanto, los agentes alemanes en Méjico buscaban instalaciones adecuadas y refugios para sus submarinos.La inteligencia naval norteamericana envió a uno de sus mejores agentes,John Duhn a investigar la costa mejicana del pacifico.

Lo que vio allí inquieto bastante a la inteligencia norteamericana. Según el agente, en la Baja California había oficiales alemanes entrenando tropas mejicanas, en Guaymas había un campo de entrenamiento para los guerrilleros de Pancho Villa dirigido por alemanes, en Sinaloa había una oficina de reclutamiento para unirse al ejército alemán, en Tepic una oficina  repleta de agentes secretos alemanes y japoneses, y en el puerto de Manzanillo habría fotografiado el trasvase de una importante cantidad de armas entre buques japoneses y alemanes.

Las actividades secretas de los japoneses en América no sorprendieron demasiado a los servicios de inteligencia norteamericanos, que conocían la posibilidad de que Japón se cambiara de bando y se uniera  a los poderes centrales europeos.

Si tal circunstancia ocurria, Rusia se vería obligada a retirar tropas del frente de Europa y enviarlas a proteger una muy posible invasión japonesa de Manchuria. Ello dejaría a británicos, franceses y belgas en posicion de  debilidad en el frente oeste.

Así que Japón se había convertido en un premio estratégico de primer orden para quien consiguiera llevarlo a su lado, ya fueran las potencias centrales o los aliados.



(Continuara...)

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