lunes, 5 de mayo de 2014

La 1ª cruzada : La cruzada de los príncipes (2ª parte )



  

  Godofredo, de nuevo duque de Lorena, comenzó a oír noticias sobre un monje llamado Pedro que llamaba  a la liberación de Jerusalén de manos infieles. Godofredo sabía que podría volver a perder su ducado de Lorena tan fácilmente como lo había ganado, no tenía nada que perder.

  Para financiar la expedición, cedió el señorío de Bouillon al obispo Otberto a cambio de 600 kilos de plata. Y para conseguir tal cantidad de plata, el obispo Otberto se dedico a expoliar y prácticamente saquear las iglesias de la zona, a las que despojaba de sus cruces de oro y sus ricos tapices.

  En 1099, Godofredo de Bouillon se convertiría en líder de la cruzada. Pero en 1096, ese puesto de líder correspondía sin duda a Hugo de Vermandois, Hugo el grande.

 Hugo I el Grande.

  Hermano menor del rey Felipe I de Francia, Hugo se había unido al ideal cruzado inmediatamente después del concilio de Clermont. Desde entonces, habia pasado el tiempo preparando el viaje y la logística necesaria.

  Siendo de sangre real, Hugo era la elección más lógica para comandar la expedición cruzada. La mayoría de los nobles parisinos decidieron seguirle, convencidos de que la empresa sería fácil y que al llegar a su destino, Hugo seria proclamado rey y ellos dispondrían de amplios dominios alrededor de Jerusalén.

  Pero entre tanta discusión sobre el reparto de sus futuras posesiones en tierra santa, no se decidían a partir. Incluso el rey de Francia comenzó  a expresar en voz alta sus dudas sobre la idoneidad de su hermano para comandar tropas. Hasta que en la noche del 11 de febrero, dios decidió intervenir…

  Aquella noche ocurrió un eclipse de luna. Según se iba tapando, iba tomado un color rojizo.Mientras Hugo, sus caballeros y los religiosos miraban con fascinación y seguramente miedo, la luna se fue oscureciendo  poco a poco hasta que tomo un color rojo intenso, el color de la sangre.Permanecieron toda la noche despiertos observando el cielo, preguntándose por el significado de aquella maravilla.Segun amanecia, la luna fue recuperando su color normal, aunque esta vez aparecía rodeada por una especie de halo brillante, como una corona.


  Uno de los clérigos que allí se encontraba pronto interpreto lo que habían visto .Lo había leído en el Apocalipsis, capitulo 6 versículo 12:

  “mire cuando el ángel abrió el sexto sello, y he aquí que hubo un gran terremoto y el sol se puso negro, y la luna se volvió del color de la sangre”

  Muy ingeniosamente, el clérigo añadió unos versículos del libro del profeta Joel, que aludían a que solo quien se encontrara en el monte Sion y en Jerusalén el día del juicio final, seria salvado.

  Eclipse, luna de sangre, apocalipsis, Jerusalen,etc, Hugo y sus caballeros ya no tenían ninguna excusa para no partir.


  Raimundo de Saint-Gilles, conde de Tolosa,pertenecia a una antigua familia de nobles franceses. También ostentaba los cargos de marques de Provenza y duque de Narbona, lo que le convertía en uno de los hombres más poderosos del sur de Francia.


  El hermano mayor de Raimundo, William, habia viajado en peregrinación a Jerusalén en 1091 y había muerto allí, no se sabe si por qué decidió pasar sus últimos días en tierra santa o por qué no pudo volver. Tras la muerte de su hermano,Raimundo se convirtió en un devoto cristiano, reuniendo un grupo de sacerdotes que se encargaba única y exclusivamente de celebrar una misa diaria en recuerdo a su hermano y de mantener siempre encendida una vela en su recuerdo delante de la efigie de la virgen en la iglesia de Le Puy.


  El último de los grandes nobles que partió a la primera cruzada fue otro Roberto, conde de  Flandes. Primo de Roberto de Normandia, se unió a la cruzada prácticamente al mismo tiempo que el.


   Sus motivos quizás eran los más claros. En 1089 su padre, Roberto de Frisia (Roberto I, conde de Flandes) había viajado en peregrinacion a Tierra Santa, donde se había dado perfecta cuenta de las dificultades que pasaban los gobernantes turcos selyucidas.A su regreso, se detuvo en Constantinopla, y congenio rápidamente con el emperador Alejo I, a quien envió mas tarde 500 soldados flamencos para combatir al lado de los bizantinos.

  Roberto era muy rico, y no parecía tener ningún tipo de ambición política o económica en Oriente más allá de la meramente religiosa.

  El papa Urbano conocía los lazos de amistad que unían a Roberto con Bizancio, y también conocía la dimensión de la fortuna de Roberto. Por eso, en diciembre de 1096 envió una carta personal a Roberto describiéndole los planes que había esbozado en el concilio de Clermont, y exhortándole a tomar la cruz.

Roberto contesto a la misiva comprometiéndose a unirse a la cruzada.

  Todos habían sido convocados por el papa Urbano y el emperador bizantino Alejo I a reunirse en las afueras de Constantinopla, entre mediados y finales de 1096, a lo más tardar.


(Continuara...)


Armies of heaven – Jan Rubenstein
The first crusade,the call from the east – Peter Frankopan
A history of the crusades,the first hundred years – Kenneth Setton

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