lunes, 8 de diciembre de 2014

326 a.c. : Alejandro . El fin del camino.



viene de aqui :

   Tras haber rendido a los muertos los honores acostumbrados, Alejandro ofreció a los dioses los sacrificios habituales para darles las gracias por la victoria.

  Alrededor el 15 de agosto, el ejército se puso de nuevo en marcha hacia el este.

  Además del Hidaspes, en la ruta que Alejandro tenía pensado tomar se encontraban otros tres ríos.Eran, en orden de oeste a este, el rio Acesines (actual rio Chenah), el rio Hidroates (actual rio Ravi) y el Hifasis (actual rio Bias).


  Alejandro sabia que a unos 20 días de marcha se encontraba otro gran rio, el rio sagrado de las tribus hindus, cuyas aguas podían purificar a todos los que en ellas se bañaran. Los hindúes tenían la costumbre de arrojar a las aguas las cenizas de las innumerables piras funerarias que en sus orillas se encendian, por que ello ayudaria a los difuntos a entrar inmediatamente en el reino de la felicidad (el equivalente hindú a los Campos Elíseos griegos, el “cielo” cristiano o el "paraíso" islámico).

  Ese rio era el Ganges, que nacía en una cueva helada en la cordillera del Himalaya, de los cabellos trenzados del dios Siva, el dios que tenia 1.008 nombres, según la mitología hindú.

  Alejandro avanzo por territorio perteneciente a la tribu de los glaucanios, capturando 37 pueblos que entrego al rey Porus, como le había prometido. A continuacion, paso por el reino de Abisara sin ninguna oposición, ya que su rey Abisares era aliado suyo.

  El ejército macedonio atravesó el rio Acesines en barcas, pasándolo por donde el río era más ancho, y la corriente menos fuerte. Pero en esa época del año, mes de agosto, el monzón estaba en pleno apogeo, y muchas barcas se estrellaron contra las rocas o se hundieron debido a la fuerte corriente.


  Alejandro dejo en las orillas del rio Acesines a  un pequeño contingente de tropas, para asegurar el paso de los carros con las provisiones, y sigue su ruta establecida, mientras dejaba pequeñas guarniciones con la misión de proteger a los forrajeadores y recibir la rendición de las tribus hindús.

  Pero tres de esas tribus se negaron a rendirse. Eran los cateos, los oxidracos y los malios, que se reúnieron en torno a la fortaleza de Sangala, en las cercanías de la actual ciudad de Sialkot.

  Las tribus habían conseguido reunir un potente ejército de 80.000 infantes, 10.000 jinetes y 700 carros, desplegados en una colina que rodearon con una triple hilera de carros.

 Posible localizacion de la fortaleza de Sangala,en las cercanias de Sialkot.

  Alejandro envió por delante a los arqueros a caballo, que causaron el pánico entre los hindus.Luego, a la caballeria, que puso en fuga al enemigo y lo obligo a retirarse hasta la fortaleza.Y termino por utilizar a la infantería, que tomo al asalto Sangala, después de haber terminado con la vida de 17.000 guerreros hindús (según Arriano, Anabasis libro 5 capitulo 24).

   La ciudad recibio el castigo acostumbrado a quien se resistía al hijo de Zeus-Amon.Fue saqueada y arrasada hasta los cimientos.

  Tras terminar con la resistencia de Sangala, Alejandro envió a su secretario Eumenes a dos ciudades que se habían aliado a los malios para enfrentarse a la dominación macedonia.

  La misión de Eumenes consistía en anunciar a los resistentes la caída de Sangala, y anunciarles que correrían la misma suerte si continuaban resistiendo.

  Asustados, los defensores de las dos ciudades huyeron a las montañas, dejando atrás a heridos, enfermos, mujeres y niños. Cuando llego Alejandro, ordenó matar a todos, arrasar ambas ciudades y asignar el terreno al rey  Frageos, rey de una pequeña tribu local que se le había sometido sin lucha.

  A finales de agosto de 326 a.c., Alejandro y sus tropas llegan a orillas del rio Hifasis.Los habitantes de la zona le informaron que al otro lado del rio se encontraba una tierra muy rica ,que estaba habitada por una tribu de guerreros-agricultores gobernados por una aristocracia guerrera, donde los elefantes eran más grandes y más numerosos que en otras partes de la india.

  Los soldados y generales del ejército Alejandro no estaban contentos con la situación. Los soldados, por que no habían tenido ninguna gran ciudad para saquear, y el botín recogido para ellos había sido muy escaso. Los generales, por que Alejandro había decidió adjudicar las ciudades y tierras conquistadas  a los señores  persas e hindus, en vez de cederlas a los propios generales.

  Desde hacía dos semanas no paraba de llover.La disentería hacía estragos entre los soldados y el barro obstaculizaba la marcha de hombres y bestias. Las murmuraciones comenzaron a circular por las filas de guerreros, tanto en la marcha diurna como en las horas de descanso en el campamento.

  Los más moderados se limitaban a quejarse, los más decididos proclamaban en voz alta que no darían un paso más. Comenzaron a circular consignas  llamando a la desobediencia. La mayor parte de los oficiales del ejército comparten y excusan la actitud de sus hombres.

  Alejandro, conocedor de la situación, decide convocar a sus oficiales de mas alto rango y a los generales.

Anábasis de Alejandro, libro V,capitulo 25 y siguientes


  Basicamente, Alejandro recuerda a sus oficiales los logros conseguidos, y les incita a acompañarle hasta el objetivo final de la expedición: recorrer la distancia que les separa del rio Ganges y aun más alla, alcanzar el mar Oriental, para demostrar a los macedonios que todos los mares comunican con el mar oriental, porque todos ellos (mar caspio, golfo pérsico, etc) desembocan en el Gran océano que rodea la tierra entera.

  Pero su discurso no logra convencer a sus hombres. Su general de mayor edad, Ceno, le contesta asegurando que el deseo de las tropas es, única y exclusivamente, volver a pisar su patria y reunirse con sus familias.

  Los oficiales y generales jalearon la intervención de Ceno: Alejandro, iracundo, expulso a todos  de su tienda, mientras les llamaba cobardes.


  Los tres siguientes días los pasó Alejandro sin salir de su tienda, seguramente esperando que los generales fueran a pedirle perdón. Pero nadie lo hizo. Alejandro decidió entonces interrogar a los dioses. Tras los sacrificios acostumbrados, los presagios fueron desfavorables.

  Al comprobar que los dioses tampoco eran partidarios de continuar la expedición, Alejandro convoco a los más leales y veteranos de sus compañeros y les encargo que comunicasen a las tropas que la Anábasis, el viaje de ida, había terminado, y que comenzaba la Catábasis, el viaje de vuelta .Según Arriano, se oyó en todo el campamento macedonio una ovación como solo en las grandes victorias se había oído.

  Alejandro decidió fijar la orilla oriental de rio Hifasis como la frontera este de su imperio. Dividió las tropas en doce grupos y les encargo a cada uno de ellos  la construcción de un altar en honor de cada uno de los 12 dioses del Olimpo. Se celebraron también los acostumbrados juegos atléticos e hípicos, y la celebración termino con la concesión al rey Porus de la soberanía del territorio situado entre el hidaspes y el Hifasis, lo que en la actualidad seria el Punjab occidental.

  Y para indicar el final de su viaje,ordeno construir entre los altares dedicados a los dioses una alta columna de bronce con la inscripción : 

“ Hasta aquí llego Alejandro “



(Continuara…)

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