martes, 10 de marzo de 2015

89 a.c.: Mitridates, (12ª parte ).La batalla del rio Amnias.



Viene de aquí:


 Manio Aquilio ordeno a Nicomedes IV que llevara su ejército en dirección a Sinope, mientras saqueaba todo el reino al paso de sus tropas. Pero ambos ignoraban las amistades y las alianzas de Mitridates con otros pueblos de la zona, que permitían que el rey del Ponto pudiera reunir un enorme ejercito, que según Apiano constaba de 250.000 soldados a pie y 50.000 jinetes.

  Mitridates ,con cerca de 45 años de edad, tenía escasa experiencia de combate. Para la batalla que se avecinaba, el rey del Ponto tomo el mando personalmente de las tropas que se estaban reuniendo en Sinope, otorgando al general Dorileus el mando de la falange de los mercenarios griegos.

  Según Apiano, la riqueza del reino se reflejaba en las armas y armaduras del ejército del Ponto: cascos y petos de bronce forjado, espadas con empuñaduras ricamente adornadas, escudos adornados con valiosa pedrería, etc.

  Arqueros, honderos, peltastas (infantería ligera armada con espadas cortas y jabalinas), caballeros de la nobleza persa y Capadocia, arqueros a caballo escitas y sármatas, etc,una variada gama de contingentes reforzaba la poderosa infanteria pesada del Ponto.

  Tigranes II, aliado de Mitridatres, aporto a su ejército 10.000 jinetes armenios montados en corceles de origen parto. Y los 300 buques de la flota de Mitridates se vieron reforzados por 100 birremes piratas ,que mostraban sus proas decoradas con piezas de bronce y oro.


  No se escatimaron medios para presentar un ejército vistoso a la vista: se trataba de impresionar a la ciudadanía del Ponto y de intimidar al enemigo.

  Como comandante supremo de su ejercito, Mitridates iba a decidir qué estrategia se iba a seguir y qué actitud tomar en la batalla, aunque contaba con la colaboración de dos de sus mejores generales; Arquelao, que tenía cierta experiencia en combate con los romanos, y Neptolemo, que había derrotado a los escitas en su propio territorio.

  En un gesto de confianza con su hijo Arcatius, le puso al mando de la codiciada caballería armenia.Normalmente, los reyes de la época no colocaban a sus familiares directos al mando de sus propias tropas de elite, para que no tuvieran tentaciones de volverlas en su contra.

  Mitridates se dirigió  al rio Amnias, (actual rio Gok), donde pensaba presentar batalla a la coalición romana-bitinia, al mando de una parte de su ejercito, 40.000 soldados de infantería y la caballería armenia.


  Sabía que iba a ser superado numéricamente, pero Mitridates contaba con arma secreta: 130 carros con guadañas girando de sus ruedas, al modo de los carros persas de Dario  o Ciro el grande.

  Los carros habían vuelto a popularizarse tras la conquista de Grecia por los romanos, y aparecían a menudo en la iconografía de la republica romana. Pero no como carros de guerra, sino utilizados para desfiles y para carreras en los juegos, en donde a menudo eran tirados por tigres o avestruces en vez de caballos.

  Como aficionado a las carreras de carros y caballos y perfecto conocedor de la historia de sus antepasados, Mitridates sabía que los carros no habían dominado un campo de batalla desde los tiempos de Alejandro y Darío III en el siglo III a.c.En aquella ocasión, en la batalla de Gaugamela, la infantería de Alejandro había estado perfectamente preparada para combatir a los carros falcados del rey persa. Los soldados macedonios simplemente abrieron sus líneas en el momento justo para dejar pasar a los carros persas, y luego atacarlos por la retaguardia, donde los carros eran absolutamente vulnerables.


  El éxito de la táctica anti-carro de Alejandro y sus macedonios había puesto punto y final a la era de dominación del carro en los campos de batalla de todo el mundo conocido.

  Pero en la orilla del río Amnias, 200 años después de la victoria de Alejandro, el rey Mitridates esperaba que sus enemigos hubieran olvidado la táctica del rey macedonio.

  La batalla del rio Amnias comenzó con un intento por parte de ambos ejércitos por ocupar una colina rocosa situada en el centro de la llanura. Más rápidos que la infantería pesada de Nicomedes, los arqueros y honderos de Mitridates la ocuparon.

  Los generales Neptolemo y Arquelao, al mando de ambas alas, avanzaron lentamente, para no perder la formacion.Sorprendentemente, la caballería armenia de Arcatius cargó directamente sobre el centro del ejercito bitinio, sobre la falange. La maniobra parecia calcada a la de la caballería de Alejandro en la batalla de Queronea, en el año 338 a.c.La intención parecía ser usar la formidable caballería armenia para mantener ocupada a la falange bitinia hasta la llegada de la infantería póntica.

  Los primeros en tomar contacto con la falange bitinia fueron  los infantes del general Neptolemo, que apenas pudieron aguantar unos minutos antes de perder la formación y comenzar a retroceder. Al mismo tiempo, los arqueros bitinios y la infantería ligera evitaban que el flanco mandado por el general Arquelao tomase contacto con la falange bitinia.

  La caballería armenia de Arcatius comenzó a flaquear .Era el momento de los carros falcados de Mitridates. Cada uno con cuatro caballos, un conductor y un arquero, los 130 carros se lanzaron al galope sobre la ya muy cansada y desordenada falange bitinia.

  El choque fue brutal, las cuchillas curvadas de los carrros, que giraban el triple de la velocidad de las ruefas, causo una gran mortandad en los falangistas bitinios, que tardaron muy poco en abandonar sus armas y huir del campo de batalla. La caballería  bitinia, con el centro del campo de batalla en poder  de las tropas de Mitridates, inició también su retirada junto con el rey Nicomedes, dirigiéndose hacia el campamento de Manio Aquilo, en la frontera entre Bitinia y el Ponto.

Apiano describe la batalla del rio Amnias (en ingles ) :


  La infantería bitinia no tuvo tanta suerte. Permaneció en el campo de batalla luchando con las tropas de Mitridates. Pero fueron derrotados y prácticamente exterminados, menos un pequeño contingente que se rindió al rey del Ponto al anochecer.

  La caballería de Mitridates  entro sin problemas en el abandonado campamento de Nicomedes y se hizo con buena parte del tesoro del rey de Bitinia, grandes cantidades de oro y plata, tesoro que las tropas de Nicomedes habían saqueado en sus incursiones en Armenia y el Ponto.

  Encantado con su victoria, Mitridates hizo llevar a su presencia a los varios miles de prisioneros que sus tropas habían capturado.En un sorprendente gesto, decidió ponerlos en libertad y permitir que volvieran a sus hogares. Entregó a cada uno de ellos provisiones, ropas y algunas monedas para facilitarles el viaje de regreso.

  Sorprendidos por el benevolente acto de Mitridates, los prisioneros recién liberados aclamaron a Mitridates como Eupator, "buen padre", y volvieron a sus hogares preocupándose de gritar a los cuatro vientos el comportamiento clemente del rey. 


 Tetradracma de plata con Mitridates VI en el anverso,en el reverso aparece la inscripcion Basileus Mitridates Eupator,sobre Pegasus,el caballo alado, y el cometa que anuncio su llegada.

  Varios cientos de los prisioneros liberados eran mercenarios de Galatia y Frigia, y no deseaban volver a Bitinia para seguir a las ordenes de Nicomedes o Manio Aquilio, asi que aceptaron la oferta de Mitridates y se unieron al ejercito del rey del Ponto.

Bitinia y Paflagonia habían caído bajo control de Mitridates. Noticias de la espectacular victoria sobre  las tropas de Nicomedes y la consiguiente liberación de prisioneros convencieron a varias ciudades indecisas para unirse a la causa de Mitridatres, recibiéndole como salvador.Las poblaciones de numerosas ciudades de Anatolia se vistieron con túnicas blancas para rogar al rey del Ponto que les liberarse del yugo romano, mientras le aclamaban como  a un dios sobre la tierra.

(Continuara…)

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