jueves, 9 de abril de 2015

1945-1963: Espias rusos en EEUU : El proyecto VENONA (2ª parte )



Viene de aquí:


 En 1948, el FBI paso a ocuparse  de los interrogatorios a Whitaker Chambers.Tenian ciertas sospechas sobre el comportamiento de Alger Hiss, un alto funcionario del departamento de estado de los EEUU que a primeros de los años 30 habia colaborado con Chambers en la difusion de propaganda comunista en los EEUU.

 Alger Hiss.

  Desde mediados de los años 30, Hiss se había convertido en el agente más importante de la célula de Chambers, al mismo tiempo que ascendía en su carrera como funcionario del gobierno de EEUU.

  Pero las sospechas del FBI no habían evitado que Alger Hiss hubiera acompañado al presidente Roosevelt a la conferencia de Yalta como miembro especial del departamento de estado ,como secretario y redactor de notas de prensa.

  En Yalta, Hiss tuvo la oportunidad de asistir en numerosas ocasiones a las reuniones en las que se trazo el futuro de la Europa ocupada en base a las exigencias de Stalin.

  Años más tarde, el FBI averiguo que el general Mikhail Milhstein, al mando del GRU soviético en aquellos años, sabía por anticipado hasta donde estaba dispuesto a  ceder Roosevelt en sus encuentros con Stalin, lo que permitió al lider soviético obtener prácticamente todo lo que quería. La información proporcionada por Hiss le era entregada diariamente a Stalin, junto con los informes de la evolución del proyecto Manhattan estadounidense.

  Ambas información eran vitales para Stalin, que sabía que sus planes para la Europa ocupada debían estar finalizados y aceptados por norteamericanos e ingleses, antes de que la bomba atómica cambiara las posiciones negociadoras entre los aliados.

  Si los estadounidenses hubieran tenido la bomba atómica antes de la firma de los acuerdos de Yalta, es de suponer que no hubieran aceptado las exigencias de Stalin. Y con la amenaza de la bomba, seguramente el líder soviético no se hubiera atrevido a presionar tanto a sus “aliados”.

  Tras la conferencia de Yalta, Hiss y otros oficiales americanos volaron a Moscu, para reunirse con oficiales rusos para aclarar los detalles de los acuerdos firmados.Entre reunión y reunión, Hiss tuvo tiempo para ser condecorado en secreto con la Orden Soviética de la Estrella Roja por sus servicios a la madre patria rusa.

 Alger Hiss (1º por la derecha) en Moscu,con varios funcionarios americanos y sovieticos,incluido el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Molotov (5º por la izq.).

  Las actividades de Hiss comenzaron a  salir a la luz gracias a los documentos VENONA y a las declaraciones de desertores sovieticos.Pero, aun asi, Hiss siguió acompañando a altos mandatarios norteamericanos, incluso acompaño al presidente Truman en la asamblea general de la recién nacida ONU.

 El presidente Truman,hablando ante la Asamblea general de la ONU.Alger Hiss,en la primera fila.

  El problema es que la información aportada por los desertores soviéticos solo podía ser confrontada con los documentos VENONA.Pero,al ser estos documentos información clasificada como ALTO SECRETO, no podía ser hecha pública, por tanto, no podia ser utilizada por un fiscal en un juicio público.

  Así que, para que un sospechoso pudiera ser juzgado y condenado, era absolutamente imprescindible su confesión. Y esta circunstancia no ocurría a menudo.

  Pero cuando ocurria,los acontecimientos se precipitaban.Eso ocurrió en 1949,cuando el FBI y la inteligencia britanica,gracias a los documentos VENONA,identificaron a Klaus Fuchs como espía sovietico.Cuando Fuchs fue interrogado, tardó muy poco en hablar, y el asunto del espionaje soviético del proyecto Manhattan salió a la luz.Fuchs incrimino a su contacto, Harry Gold,que a su vez incrimino a David Greenglass,que tardo aun menos en incriminar a su hermana y su cuñado, los Rosemberg,que años después se convertirían en los únicos espías soviéticos en EEUU que pagaron con sus vidas su lealtad al régimen soviético.

  70 años después de ocurridos los hechos, aún no se ha llegado a conocer la verdadera magnitud de la operación ENORMOZ ,la infiltración soviética en el proyecto atómico USA. 

  Uno de los rumores sin confirmar indica que un agente soviético en Los Alamos, de nombre en clave Chester, se encontraba en el mismo centro de toma de decisiones.

  Según algunos documentos VENONA y alguna otra fuente, podría tratarse del mismísimo Robert Oppenheimer.

  Una de esas fuentes es el general soviético Sudoplatov, que en sus memorias  afirma que, efectivamente, Chester era Oppenheimer.

 "Tareas especiales",las memorias del general Sudoplatov.

  Su oposición a la bomba de hidrogeno, su actitud hostil hacia las autoridades estadounidenses y su conocida relación personal y familiar con el partido comunista le habían convertido en un claro sospechoso de colaboración con los servicios de inteligencia soviética.

  En 1953, Oppenheimer fue acusado de ser un riesgo para la seguridad nacional estadounidense. Tras una audiencia en la Comisión de Energía Atómica, le fue retirada su autorización de seguridad, pasó al ostracismo y fue considerado persona non grata durante una década por el gobierno norteamericano.

  Pero, en 1962, el presidente Kennedy solicito al jefe de contrainteligencia de la CIA una investigación completa para llegar al fondo del asunto y comprobar si, efectivamente, Oppenheimer había estado involucrado de alguna manera en la entrega de secretos nucleares a los servicios de inteligencia soviéticos.

  Tras comprobar una vez más los documentos VENONA, los investigadores de la CIA llegaron a la conclusión de que la NKVD soviética había intentado reclutar a Oppenheimer en muchas ocasiones, pero no había ninguna prueba de que lo hubiera conseguido.

  En 1963 Kennedy decidió limpiar el buen nombre de Oppenheimer y le concedió el premio Enrico Fermi por su distinguida contribución a la ciencia estadounidense, como una manera de rehabilitación política y académica.

  Pero el presidente Kennedy fue asesinado en Dallas semanas después, y la medalla Enrico Fermi le fue entregada a Oppenheimer por el presidente Lyndon B. Johnson.

 Presidente Johnson entregando el premio Enrico Fermi a Robert Oppenheimer.

  Durante los siguientes 40 años, estadounidenses y soviéticos disputaron entre las sombras la llamada guerra fría, que estuvo a punto de convertirse en guerra total en 1962, durante la crisis de los misiles en Cuba, cuando los rusos trataron de colocar sus misiles de crucero bajo las mismísimas barbas de los norteamericanos.

  La primera de las consecuencias del proyecto Manhattan fue el abrupto fin de la segunda guerra mundial en el pacifico. Mientras cientos de miles de  civiles japoneses perdían sus vidas en el holocausto atomico, otros millones de japoneses, decenas de millones de chinos y cientos de miles de militares norteamericanos (que hubieran muerto en la invasión del Japón) salvaron sus vidas.La estimación de bajas por la operación Downfall, la prevista invasión de Japón, superaba por mucho a los fallecidos en Hiroshima y Nagasaki.

  Evidentemente, desde el lado norteamericano, la decisión de lanzar las bombas atómicas sobre Japón estaba plenamente justificada.Mas aun, además de terminar la segunda guerra mundial, se mando un aviso claro al régimen soviético. En los años que siguieron, la Europa del oeste no fue invadida,Berlin no cayó bajo control soviético, y en oriente, la línea de demarcación que separa ambas Coreas  aun sigue vigente.

 Muchos espias sovieticos fueron premiados con la Orden de la Estrella Roja por sus servicios a la madre patria.La mayoria de ellos tambien recibia una bala en la cabeza,para que no se conocieran cuales habian sido esos servicios.

Encyclopedia of Cold war espionaje,spies and secret operations – Richard C.C. Trahair
Soviet military intelligence – Viktor Suvorov
BOMB,the race to build (and steal ) the world most dangerous weapon – Steve Sheinkin

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