lunes, 12 de octubre de 2015

86 a.c.: Mitridates: La batalla de Orchomenus



Viene de aquí:


  Sila celebro su victoria en Queronea añadiendo a su nombre el apelativo “Félix”, (afortunado) y ordenando acuñar monedas en las que aparecía el nuevo apelativo y la diosa Diana.




  Los oráculos griegos de la zona predijeron que Sila obtendría otra gran victoria en un corto espacio de tiempo, muy cerca de donde se encontraba.


  Pero Sila estaba inquieto.Arquelao aun estaba libre, aun poseía un gran ejercito a pesar de su derrota en Queronea y su flota estaba intacta. Sila no tenía un solo buque, y la flota de Arquelao se movía con total tranquilidad entre las islas del mar Egeo, requisando provisiones y reclutando mercenarios.


  Al mismo tiempo, Sila recibió malas noticias desde Italia. Con el consulado de Cinna y Mario aun vigente, en el año 86 a.c. se había producido otro asesinato en masa de seguidores de Sila.

  Mario habia convencido al tribuno  Publio Sulpicio Rufo para convocar una reunion extraordinaria del senado ,para anular la anterior decision senatorial de otorgar a Sila el mando de las tropas romanas en la campaña contra Mitridates.Como era previsible,el senado accedio a los requerimientos de Mario.


  Como nuevo procónsul, Cinna y Mario habían elegido a Flacus, con la misión de reemplazar a Sila en la guerra contra Mitridates.Flacus no tenía la menor experiencia militar, pero tomó el mando de dos legiones y se dirigió a Grecia para tomar el mando de las operaciones contra las tropas ponticas de Arquelao y Taxiles.Si Sila se resistía a ceder el mando, debía ser apresado y enviado encadenado a Roma.


  Conocedor de la situación, Sila tomo a sus más leales tropas  y se dirigió hacia el oeste, a encontrarse con las dos legiones de Flacus.Pero a mitad de camino recibió alarmantes noticias desde su retaguardia. Las tropas de Mitridates habían vuelto a desembarcar en Grecia, y estaban atacando Beocia.


  Mitridates había recibido en Pergamon la noticia de la derrota de sus tropas en  Queronea, y la muerte de su hijo Arcatio.Se había sobrepuesto rápidamente al dolor por la muerte de su hijo, y había comenzado a organizar el reclutamiento de un nuevo y poderoso ejército.


  Para ello, y por primera vez en el reino del Ponto, Mitridates impuso el pago de impuestos en Anatolia y Galacia.Para el nuevo ejercito decidió enviar a tropas del Ponto, sin mercenarios, y los puso bajo el mando de su mejor general y amigo,Dorileus.


  Dorileus navego hasta Calcis con su enorme flota, que transportaba a 80.000 soldados, bien entrenados y disciplinados, con la intención de retomar Grecia y hacer pagar a Sila la humillante derrota en Queronea.


  En Beocia, Dorileus y Arquelao unieron sus respectivos ejércitos en Orchomenus, al este de la llanura de Queronea. Para un ejército como el suyo, con mas de 10.000 jinetes, la llanura a lo largo del rio Melas era ideal para un despliegue adecuado, aunque debían tener sumo cuidado con las pantanosas orillas del rio Melas.

  Sila se vio forzado a elegir rival. O las dos legiones de Flacus al oeste, o los invasores del este. Eligió la segunda opción.


  A la llegada a la llanura de Orchomenus, Sila observo detenidamente las posibles ventajas e inconvenientes que el terreno podía aportarle.Inmediatamente ordenó cavar anchos fosos para evitar el despliegue  de la caballería de Arquelao y tratar de dirigirla hacia la zona pantanosa.


  El primer ataque vino de la  caballería de Dorileus, que cargo sobre ambos flancos romanos. La carga sobre el flanco izquierdo romano tuvo éxito, y la desesperada situación de los legionarios solo pudo ser salvada por el mismo Sila, que retiro dos cohortes de su flanco derecho. Sila agarro el estandarte y arengo a los legionarios:

  "Romanos,voy a morir con honor en vuestra presencia.Si huis,y os preguntan donde traicionasteis a vuestro general,decirles que fue en Orchomenus"


  En el centro, Arquelao lanzo sus carros sobre los legionarios, apoyado por la falange pontica, los mejores soldados de su ejército. Pero la velocidad de los carros hizo que se separaran rápidamente de la falange, quedando aislados y expuestos al contraataque de la caballería ligera romana. El pánico se apodero de los guías de los carros, que trataron de escapar hacia sus propias líneas,desorganizando así a la falange póntica.


  En un intento para salvar el desastre que se avecinaba, Arquelao hizo regresar a la caballería de Dorileus, momento que aprovecho Sila para lanzar su caballería sobre el desorganizado ejercito pontico, que se retiro a su campamento, contabilizandose al final del dia más de 15.000 muertos por parte del ejercito de Arquelao.


  Sila aprovechó la oscuridad de la noche para construir trincheras y nutridas filas de estacas puntiagudas a tiro de flecha del campamento de arquelao. Cuando los centinelas se dieron cuenta de la situacion, ya era demasiado tarde.

 La llanura de Orchomenus,desde las ruinas de la ciudadela.


  Sila arengó a sus tropas y las exhorto a terminar el trabajo de una vez por todas. No quería que Arquelao escapara de nuevo y reclutara otro ejército. Arquelao trató de desplegar adecuadamente a sus tropas, pero la suerte estaba echada. Poco a poco, los legionarios romanos fueron empujando a las tropas de Mitridates hacia las marismas. Muchos de ellos se ahogaron, aunque la mayoría murieron bajo las espadas de los legionarios.


  En el año 2004, un agricultor griego que araba con su tractor un campo de algodón topó con unas grandes piedras. Tomó unas cuantas en un remolque y las depositó anónimamente en la puerta del instituto arqueológico de la localidad de Orcomeno.Al final, el granjero fue localizado, y llevó a un grupo de arqueólogos al lugar en donde había localizado las piedras. Tras la consiguiente excavación, salieron a la luz los restos de un monumento mandado erigir por Sila para celebrar su victoria en la batalla de Orchomenus.


  De más de 10 metros de altura, el monumento tenía una forma arbolada, originariamente cubierto de las armas y armaduras de los enemigos vencidos. La inscripción en una de las piedras celebraban la victoria de Sila sobre Mitridates y sus aliados, y agradecía a la diosa Afrodita el éxito en el campo de batalla.


 Tras la victoria, Sila permitió a sus soldados saquear Beocia, en castigo por el apoyo prestado por los beocios a las tropas de Arquelao. Decenas de miles de olivas fueron arrancadas y se quemaron todos los campos de cultivo y viñas de la zona.


  Pero la guerra aun no había acabado, Sila no tenía el menor conocimiento de donde se encontraba el legado Lúculo, al que había ordenado encontrar una flota para trasportarle a Asia menor, a llevar la guerra al territorio de Mitridates.Tambien tenia que controlar a las legiones del procónsul Flacus.Si Lúculo no aparecía pronto con una flota, Sila había planeado instalar los cuarteles del invierno en el norte de Grecia y dedicarse a construir sus propios barcos.


  Mientras, los problemas se le acumulaban a Mitridates. Aparte de perder todas las posibilidades de conquistar Grecia y derrotar a Sila, los levantiscos habitantes de Galatia amenazaban con rebelarse.




(Continuara…)

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