lunes, 28 de marzo de 2016

407 - 412: Vandalos ; Caos en la Galia.






Viene de aquí:


  La aparicion de  distintos grupos de “barbaros” en el este de la Galia a mediados del año 406 causo el pánico entre las legiones romanas acuarteladas en Britania. Se amotinaron, y en un corto espacio de tiempo proclamaron emperador a tres de sus soldados ; Marco, Graciano y por último, Constantino (no confundir con los emperadores bizantinos del mismo nombre ),que fue aclamado por las tropas como emperador en febrero del año 407.Rapidamente,la atención del usurpador Constantino III se dirigió al continente, ya que el día de Año Nuevo de 407 un enorme grupo humano compuesto de alanos, vándalos y suevos habían cruzado el Rhin y se internaban en la Galia, dirigiéndose hacia el puerto de Gesoriacum-Bononia (actual Boulogne Sur Mer ) ,vital para el mantenimiento de las tropas del imperio  romano en Britania.


  El primer movimiento del usurpador Constantino fue tratar de consolidar su poder en la Galia,instalando su capital en Lyon.A mediados de verano,Estilicon,el magister militum del emperador Honorio , envió a un ejército imperial casi totalmente formado por godos para evitar que el británico Constantino consolidara su poder en el continente.


  Al mando del ejército imperial se encontraba el general Sarus, un godo hermano del rey Sigerico, que consiguió derrotar a los generales de Constantino, Justiniano y Nebiogasto.Puso sitio a la ciudad de Valence, en las cercanías de los Alpes., en donde se había refugiado el usurpador Constantino, y solo la aparición de poderosos refuerzos llegados desde Britania al mando del general Geroncio obligaron a  las tropas de Sarus a retirarse hacia Italia.


  Muy pronto, Constantino envió a sus propias tropas para controlar los pasos de los Alpes, que comunicaban Italia, regida por el emperador Honorio y sus propios dominios en la Galia.


  Para tratar de negociar un acuerdo con el emperador Honorio y repartirse el imperio entre ambos, Constantino decidió consolidar su posición en las provincias occidentales. A finales del año 408, sacó a su hijo Constante del monasterio en donde se encontraba, lo nombro cesar  y lo envió a Hispania junto con el general Geroncio  y su ejército.


  En Hispania se encontraba un numeroso grupo de  familiares del emperador Honorio, y la mayoría de la nobleza local también apoyaba al emperador.


  Las tropas del general Geroncio derrotaron y pusieron en fuga a las tropas imperiales en dos batallas ; una en el norte, en las cercanías del actual Logroño, y la otra cerca de Emérita Augusta, en Lusitania.Tras sus victorias, Constante colocó su capital en Cesaraugusta, mientras su padre Constantino ponía su atención en Italia.

 Solido de oro acuñado por Constantino III.


  Mientras las diversas facciones romanas luchaban por el poder en el sur de europa,los diferentes grupos barbaros aprovechaban para saquear el norte de la Galia casi con total impunidad. Parece que Constantino no consideraba a estos grupos de “barbaros” una amenaza seria, y por medio de tratados, sobornos y una presencia militar vigilante pero poco activa consiguió mantenerlos momentáneamente en el norte  de la Galia, evitando que se desplazaran hacia el sur, hacia la zona más rica y poblada, aunque las ricas Remi (Reims),Ambiani (Amiens ) y Argentorate (Estrasburgo) fueron saqueadas varias veces y sus habitantes masacrados.


  A mediados del año 409, los problemas empezaron a  acumularsele a Constantino. Sus intentos para ser reconocido por el emperador Honorio como cesar de la Galia y Britania fueron rechazados por los más altos oficiales del ejército romano, que veían a Constantino como una seria  amenaza contra sus intereses particulares. Y en Hispania, el general Geroncio se levantó en armas contra su antiguo líder y proclamó como augusto y cesar de Hispania a Máximo, uno de sus oficiales.


  Poco después, el ejército imperial, al mando del general  Constancio (futuro emperador Constancio III ) ,derrotó al ejercito del usurpador Constantino, que fue capturado y ejecutado a mediados del año 411.A continuación, el ejército imperial se dirigió hacia Arles, en donde se encontraba acuartelado el ejercito de Geroncio.Ante la superioridad del ejercito imperial,las tropas de Geroncio desertaron en masa, y Geroncio huyó a Hispania, en donde antes de ser capturado se suicidó.La Galia pasó de nuevo a control del emperador Honorio.


  Aprovechando el caos imperante en la Galia en aquellos años, los vándalos, suevos y alanos decidieron abandonar el norte de la Galia y se dirigieron hacia Aquitania, y desde allí, a los Pirineos.A finales de septiembre del año 409 irrumpian en Hispania.


  Desde principios del siglo IV, los caminos que atravesaban los Pirineos y que facilitaban el transporte  de grandes cantidades de trigo desde los campos de cereales del sur de Hispania y minerales desde el sudoeste hasta la península itálica y el Rhin habían sido fortificados. Pero las pequeñas fortalezas que jalonaban los caminos habían sido construidas para detener y suprimir  a los bandidos, no para prevenir y evitar  una invasión masiva.

 Fortificacion romana en el Col de Panissars.A la izquierda,hacia la Galia,a la derecha,hacia Hispania.

A principios de siglo, los encargados de la defensa de las fortalezas del Pirineo eran tropas locales que dependían de los aristócratas a quienes el imperio les había encomendado tal misión. Pero tras la victoria de Geroncio, las tropas locales fueron sustituidas por una unidad de mercenarios “barbaros” denominada Honoriaci, compuesta de britones, germanos y suevos.


  Seguramente  fue la deserción masiva  de los Honoriaci de sus puestos en los Pirineos lo que permitió la entrada masiva de los vándalos, los suevos y los alanos en Hispania. Anteriormente ya habían desertado en varias ocasiones para saquear el Campi Pallentini,la zona agrícola alrededor de la ciudad de Palencia, y más tarde se unieron a vándalos y alanos en la devastación de buena parte de Hispania.


  Los dos años que siguieron  a la llegada de los vándalos a la península ibérica fueron de una enorme devastación y sufrimiento para los hispanos, agravado todo ello por el hambre causado por unas malas cosechas.Hidatio de Lemica, un cronista hispano, contemporáneo de la lelgada de los barbaros, lo narra asi en sus “Idatii Episcopi Chronicon”:


 “los barbaros corrieron salvajes por Hispania, y su pestilencia mortal continuo su curso salvaje.La riqueza y los bienes almacenados en las ciudades fueron saqueadas y consumidas por los soldados.El hambre se desboco e impulsaba a los seres humanos a consumir carne humana…….las bestias salvajes se habituaronconsumir los cadáveres de los muertos por la espada, el hambre y la enfermedad…..Y asi,con las cuatro plagas : la espada, el hambre, la enfermedad y las fieras rabiosas, los presagios que los profetas del señor habían anunciado, se cumplieron”.




  Hidatio escribe que la mayoría de las más grandes ciudades de la península se salvaron del asalto de los barbaros gracias a las fortificaciones que habían construido el siglo anterior.


  Eso significó que la administración romana aun seguía en pie, y los recaudadores de impuestos romanos continuaron con su trabajo, manteniendo la administración. Cuando termino el asalto barbaro, la administración romana volvió a funcionar en toda la peninsula, y en los siguientes 4 o 5 años se vivio un periodo de relativa prosperidad.


  En el año 412, lo peor de la crisis había pasado.El general Constancio, tras terminar con la rebelión en la Galia había ganado un gran prestigio militar. Seguramente intimidados por el nuevo poder que había surgido en la Galia, los pueblos que habían entrado en Hispania y la habían saqueado decidieron dar por terminada   la destrucción y repartirse lo que quedaba en pie.




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