lunes, 2 de mayo de 2016

72 a.c. : Tercera guerra mitridatica (2ª parte )






Viene de aquí:


  A mediados del invierno del año 73-72 a.c., Mitridates decidió abandonar el asedio de Cicico.Tras repetidos intentos de asalto por tierra y mar, las tropas pónticas habían sido rechazadas por los defensores una y otra vez. La falta de alimentos, los rigores del invierno  y la presión de los legionarios de Lúculo sobre la retaguardia de Mitridates obligaron al rey a tomar una decisión.


  Una noche tomo a su escolta y embarcó en uno de los barcos de su flota, dirgiendose a continuación al Helesponto. La infantería de su ejército intento escapar la misma noche, tratando de evitar las patrullas romanas en completo silencio. Pero cuando intentaban vadear el rio Granico, el sonido del agua y el entrechocar  de las armas alertó a los centinelas romanos, que dieron la alarma. Lúculo envió a su caballeria en  persecucion de los escapados.Ateridos de frio, hambrientos y agotados, poco pudieron hacer para defenderse, Mas de 20.000 infantes del ejercito de Mitridates murieron, y cerca de 10.000 fueron apturados.El resto apenas pudo llegar a refugiarse en Lampsaco, de donde fueron rescatados por los piratas aliados del rey.


  Cuando Lúculo tuvo conocimiento de la huida de Mitridates casi enloqueció de ira, y envió a sus tropas a exterminar a las decenas de miles de civiles que aun permanecian, desarmados e indefensos, en el campamento de Mitridates ante las murallas de Cicico.


  Decenas de miles de esclavos, miles de mujeres y niños, las familias de los soldados del ejercito de Mitridates que habían seguido a sus esposos y padres fueron asesinados mientras los frustrados legionarios  saqueaban lo poco que quedaba en el campamento.


  Lúculo entró en Cicico entre las aclamaciones de sus habitantes, que le colocaron la corona de laurel por su victoria. Desde allí y tras unos días de descanso, puso a todas sus tropas a construir una potente flota, aprovechando las excelentes instalaciones portuarias de Cicico.


  Por su parte, Mitridates había navegado hacia Nicomedia, dejando 50 de sus barcos y 10.000 soldados al mando de Marco Vario, Alejandro de Paflagonia y Dionisio el eunuco, para tratar de bloquear el estrecho del Helesponto y evitar la entrada en el mar Negro de la flota romana.


  Lúculo envió su flota en persecución de la flota de Marco Vario, a la que diviso atracada en Lemnos,una pequeña isla cercana a Lesbos. Incapaz de maniobrar  en las poco profundas aguas cercanas a la isla,desembarcó a la infantería en el lado opuesto de la isla.Mientras atacaba con su flota  a los barcos de Marco Vario, la infantería romana atacó por la retaguardia, en un movimiento de pinza que atrapó a los hombres de Mitridates, que fueron rodeados y prácticamente exterminados.Solo unos pocos pudieron escapar  e internarse en la isla.


  Lúculo quería capturar vivos a los generales de Mitridates, para trasladarlos a Roma y asi poder celebrar convenientemente  el triunfo que sin duda le concedería el senado. El senado romano premiaba con un triunfo si el general al mando de las tropas romanas conseguía matar al menos a 5.000 enemigos en un solo combate en tierra extranjera. 


  Cientos de miles de civiles romanos se congregaban en las calles de Roma para observar a los derrotados jefes barbaros y sus familias, cargados de cadenas y vistiendo sus ropajes raidos y deshilachados. Junto a ellos desfilaban  los carros cargados con los tesoros expoliados a los derrotados, y cientos de cautivos de menor rango.


  Al término el desfile, los cautivos eran enviados a prisión, o vendidos como esclavos, o estrangulados ante la estatua de Marte Vengador , el dios romano de la guerra y la venganza.

Ruinas del Templo de Mars Ultor ,Marte Vengador,en Roma.


  Los soldados de Lúculo descubrieron a Marco Vario,Dioniso el eunuco y Alejandro de Paflagonia ocultos en una cueva. Mitridates siempre surtía con bolsitas de veneno a sus oficiales de más alta graduación para esa clase de emergencias.Dioniso el eunuco  utilizo su veneno y murió instantanemante, pero los otros dos fueron apresados con vida.


  Lúculo ordenó cargar de cadenas a Alejandro y mantenerlo con vida, pero ordenó ejecutar inmediatamente al general Vario, ya que consideraba impropio y demasiado humillante para un senador romano el tener  que desfilar como derrotado en un triunfo.


  Lúculo envió a Voconius, uno de sus mejores generales ,a Nicomedia, con el encargo de buscar y encontrar a Mitridates, y capturarlo con vida. Y al mismo tiempo envió una misiva al senado romano,anunciando su victoria total por anticipado sobre el rey del Ponto .


  Pero su confianza en Voconius fue traicionada por este, que en vez de dirigirse  a Nicomedia, navegó hasta Samotracia, para iniciarse en el culto y los misterios de los dioses Cabiros.

 Ruinas del templo a los Dioses Cabiros,en Samotracia,(en donde se encontro la Victoria Alada)


  Tras superar  un par de fuertes tormentas, que redujeron el tamaño de la flota  del Ponto a la mitad, Mitridates consiguió llegar a Heraclea del Ponto. Allí recibió el refuerzo de unos 60 barcos de la flota del pirata Seleuco de Cilicia.Dejando en Heraclea una guarnición de 4.000 hombres al mando del gálata Konnarix, Mitridates y su renovada flota zarparon hacia la capital  del reino, Sinope.


  Desde Sinope, Mitridates se dedicó a enviar emisarios (con las alforjas bien cargadas de oro) a todos aquellos reyes y nobles que pudieran ayudarle; a su hijo Mazaares, virrey del reino del Bósforo; a su yerno Tigranes, a sus aliados de Escitia, a las tribus de Crimea, etc. A principios del año 71 a.c., marcha  hacia Kabeira, para levantar un nuevo ejercito desde allí.


  Ni Mazares ni Tigranes respondieron a la solicitud de ayuda de Mitridates. SI lo hicieron desde Escitia y Armenia, con lo que en pocos días Mitridates ya disponía de 40.000 soldados de infantería y 4.000 a caballo, que puso bajo mando del general Dorileo.


  Mitridates envío un contingente para defender Sinope, y colocó otros grupos más pequeños en la ruta  hasta Kabeira, para tratar de anticipar y más tarde entorpecer la llegada de las tropas de Lúculo, segurmaente  a principios de la primavera.




  Pero Lúculo tenía otros problemas mas acuciantes.Habia declarado antes de tiempo la victoria sobre Mitridates, y cuando llego a Roma la noticia de la nueva amenaza del rey del Ponto, su prestigio cayó en picado.


  La caida en desgracia de Lúculo fue ampliamente aprovechada ror su mayor rival, Pompeyo, que no solo había terminado con el insurgente Sertorio en Hispania sino que además se había atribuido todo el merito del fin de la revuelta de esclavos del tracio Espartaco, que había  muerto en combate antes de ver a seis mil  de sus seguidores crucificados a lo largo de la vía Apia.


  Lúculo tenía serios problemas de disciplina entre sus legionarios, enojados y desmoralizados por que se les había prohibido ejercer el pillaje sobre las ciudades conquistadas.Ademas, su línea de aprovisionamiento principal desde los puertos de Cilicia se veía constantemente atacada por los gálatas .Y muchos de sus oficiales le incitaban a  abandonar la guerra y volver a Roma.


  Ante tanta dificultad, Luculo decidió atacar. Sabía que la única  manera de detener a Mitridates era terminar físicamente con él. Y decidió invadir el Ponto. Para resolver el problema de los gálatas atacando su ruta principal de suministro, decidió contratar a 30.000 gálatas para que cada uno de ellos transportara sobre sus hombros un saco de trigo, desde los puertos de Cilicia a través de Galacia y  Bitinia hasta el reino del Ponto. 

Comenzaba la invasión del Ponto.






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