lunes, 27 de junio de 2016

1923: "El Noveno del undécimo”; El putsch de Múnich (10 ª parte )





Viene de aquí:


  Mientras los líderes de Baviera retenidos en la Burgerbraukeller convencían al general Ludendorff para que les dejara salir de la cervecería, los hombres del 3er batallón del regimiento SA de Múnich se dirigieron al monasterio de Santa Ana.Alli, unos meses antes, con la escusa de ocultar las armas en caso de un ataque bolchevique, Ernst Rohm había convencido al padre Policarpo para ocultar en la cripta del monasterio más de 3.000 rifles, 25 ametralladoras y abundante munición.


  Mientras los SA cargaban el armamento en camiones y se dirigían a la cervecería, el padre Policarpo comenzó a sospechar que no se trataba de un ataque bolchevique, y llamó telefónicamente  a las oficinas del gobierno de Baviera, a las dependencias de Von Kahr, para solicitar ayuda y consejo.


  Desde allí le informaron que no disponian de fuerzas policiales suficientes para intervenir y que debia permanecer a la espera.



  Hitler encabezaba por entonces un convoy formado por dos coches y tres camiones cargados de SA, que se dirigieron a los cuarteles del 19º regimiento de infantería.Como la ruta pasaba junto al ministerio de defensa bávaro, Hitler decidio hacer una parada para felicitar a Rohm.A continuación, el convoy se dirige al cuartel de infantería, en donde un único soldado de guardia se niega a abrir la puerta del cuartel al convoy.Desorientado, Hitler decide volver a la Burgerbraukeller.

  
  Tras dar a Ludendorff su palabra de oficiales prusianos y comprometerse con los rebeldes, de la cervecería habian salido a las 22.00 horas Von Kahr, Von Lossow y Seisser.Rapidamente, Von Kahr se dirige a sus oficinas y comienzo febrilmente  a mantener conversaciones telefónicas con varios lugares. Recibe la llamada del ministro bávaro de cultura y educacion, Franz Matt, que tras la conversación piensa que von Kahr esta con los rebeldes,y toma la decisión de organizar un gobierno provisional en el exilio, en Ratisbona, adonde se dirige con su escolta y un grupo de policías y soldados leales.


  A las 22:30, Hitler llega a la cervecería, y entra en cólera tras percatarse que sus rehenes han sido liberados por Ludendorff. Tras consultar con Goering, decide llevar su revolución a las calles y cuarteles, y prescindir del apoyo político que había buscado. Poco más tarde, Von Kahr, Von Lessow y Seisser se reúnen  en las oficinas del primero para concretar medidas para terminar con el golpe.


  La primera medida consiste en defender  todas las instalaciones y edificios gubernamentales  mientras se espera la llegada de refuerzos desde el exterior de Baviera. Se declara la alarma general y se ordena a las unidades del ejército alemán acuarteladas en las afueras de Múnich acudir al centro de la ciudad.


  La segunda fase  comienza con la emisión por radio de un mensaje en el que se afirma que el gobierno bávaro repudia por completo el golpe nacionalsocialista y se indica que cualquier expresión de apoyo al golpe obtenida por la amenaza de las armas no debe ser considerada válida, y que se convertiría en delito la utilización de los nombres  de cualquier miembro del gobierno bávaro para avalar cualquier apoyo a los rebeldes.


  Inmediatamente, se anuncia también por radio la prohibición y la disolución del partido nazi, y se anuncia el traslado del gobierno bávaro al completo a Ratisbona, bajo la protección de unidades del ejercito alemán.


  También inmediatamente se comienzan a elaborar los planes policiales  y militares para terminar con la ocupación rebelde   de los edificios gubernamentales; una fuerza compuesta por policías bávaros y miembros del Reichswehr se dirigirá al ministerio de la guerra con la orden de rendir a Rohm y los paramilitares que lo ocupaban. Otra fuerza de policías de la academia básica de la policía bávara se dirigirá a la Burgerbraukeller a detener  a los cabecillas del golpe.


  Mientras ,en Berlin, el gobierno de la republica de Weimar se reúne de urgencia y se da autoridad absoluta al presidente Seeckt para tomar las medidas necesarias y suprimir el intento de golpe usando todos los medios a su alcance. El presidente Seeckt ordena al estado mayor del ejercito alemán la preparación de planes para invadir militarmente Baviera, en caso de que el golpe triunfara finalmente.


  En las primeras horas de la madrugada del día 9, Hitler envía un grupo de SA y líderes del partido a la sede del Volkischer Beobatcher, periódico del NSDAP, en donde se comienza a redactar el texto que va a figurar en los carteles anunciando “una proclama al pueblo alemán”, “la revolución de los criminales de noviembre ha terminado”, con el texto firmado por Hitler, Ludendorff, Lossow y Seisser,estos dos ultimos sin su conocimiento.


  Pero en el periódico no hay papel suficiente para imprimir un número grande de carteles, y un grupo de SA es enviado en su busca a las imprentas cercanas a la sede del periódico. En una de ellas, en la Promenadeplatz, los rebeldes se incautan de una gran cantidad de papel moneda, ya que con la inflación galopante que sufría la republica de Weimar, era necesario imprimir nuevos billetes de más valor prácticamente cada dia.En total, en un par de imprentas, los SA consiguen hacerse con papel moneda por valor de 25 cuatrillones de marcos. Cada participante  en la  operación iba a recibir un par de trillones de marcos, lo justo para costearse la cerveza y las salchichas que ingerirían a lo largo de la noche.


  Mientras, Ludendorff ha abandonado la cervecería y ha marchado hasta el ministerio de la guerra, en donde espera la aparición de Von Lossow para planear la marcha de los rebeldes hacia Berlin.Ludendorff estuvo esperando dos horas hasta darse cuenta que Von Lossow le habia engañado y nunca iba a  aparecer por allí.


  Y en la cervecería, ante el creciente desanimo y el nerviosismo de los asistentes,Goering ordena buscar una banda de música para levantar el ánimo. Pero la banda exige cobrar por adelantado y que se les de de desayunar totalmente gratis. Por su parte, Hitler envía diferentes grupos al centro de Múnich, pero en vez de apoderarse de los edificios claves, los SA se dedican a acosar a sus objeticos preferidos: 58 comunistas, socialistas y judíos fueron golpeados y trasladados a la cervecería. El hotel en donde se alojaban los oficiales aliados encargados de verificar el cumplimiento de los términos del tratado de Versalles fue asaltado, y los oficiales fueron arrastrados hasta los jardines del hotel en pijama, aunque la intervención de los empleados del hotel pudo convencer a los rebeldes que no sería buena idea maltratar físicamente  a los oficiales.


  Rohm, impaciente e incomunicado con  la cervecería, decidió entonces actuar por su cuenta. Envió a 400 cadetes de infantería bajo el mando del teniente Rossbach a tomar las oficinas gubernamentales, en donde se encontraban Von Kahr, von Lossow y Seisser.Pero las oficinas ya estaban protegidas por un cordón policial de unos 100 policías fuertemente armados, y el oficial al mando informó a Rossbach que el triunvirato que había jurado lealtad al golpe de Hitler había cambiado de bando.


  Rossbach ordeno abrir fuego a sus cadetes. Pero cuando los cadetes empezaban a  cargar sus fusiles, un mensajero desde la cervecería ordenaba que los cadetes se dirigieran a la estación de tren.


  Los líderes del golpe, Hitler y Ludendorff, aun disponían de una buena posición, pero la situación comenzaba a escapar de sus manos.Las instalaciones claves de la ciudad de Munich, cuarteles y estaciones de teléfono y telégrafo estaban bajo control gubernamental.


  Los golpistas debían abandonar su refugio en la cervecería y el ministerio de la guerra, dirigirse al centro  de la ciudad y tomar los edificios oficiales.


No hay comentarios:

Publicar un comentario