jueves, 11 de febrero de 2016

1920: “El noveno del undécimo”, el putsch de Munich, Los antecedentes ( IV )




 Viene de aquí:


  Para enfurecer aun mas  a las masas muniquesas, el 9 de mayo los victoriosos paises aliados anunciaban los términos del tratado de Versalles.Algunos de esos términos afectaban muy directamente a la región de Baviera, como los términos en los que los aliados exigían la entrega de enormes cantidades de cebada y lúpulo, como parte de las reparaciones de guerra que los alemanes debían pagar.


  Tras la supresio0n de la breve republica soviética de Baviera, el gobierno del socialdemócrata Hoffman había sido restaurado en su puesto. Y hacia él se dirigieron las iras de buena parte de la población, que consideraba a la social-democracia bávara corresponsable en la ruina que se avecinaba sobre Alemania, debido a su apoyo a la republica de Weimar.


  Múnich continuaba siendo una ciudad en ebullición, solo hacía falta una chispa para que estallase otra revolucion.El ejercito de la republica de Weimar era incapaz de mantener el orden, ya que debido a las restricciones que imponía el tratado de Versalles debían limitarse tanto el numero de soldados (100.000 soldados,como maximo ) como el armamento que podían utilizar.


  El gobierno de Hoffman decidió entonces permitir la creación de milicias civiles, compuestas mayoritariamente por soldados recién licenciados.Pero los soldados solo obedecían las ordenes de sus propios jefes y oficiales.


  Múnich estaba por entonces repleta de una gran cantidad  de depósitos y almacenes de armas, muchas de ellas procedentes del mismo ejército alemán.


  Los aliados habían exigido a los alemanes destruir gran parte de su arsenal. Y se habían destruido delante de los camarógrafos y fotógrafos aliados submarinos,aviones,y gran numero de las mas grandes piezas de artilleria.Pero buena parte de las armas de pequeño calibre habían sido escamoteadas por los mismos oficiales y soldados alemanes, que decidieron esconderlas para una mejor ocasión.

 Inutilizando la artilleria.


  Uno de los oficiales que se habia encargado de esconder las armas había sido el capitán Ernst Rohm.


  Rohm era vástago de una familia de funcionarios bávaros, pero había decidió optar por la carrera militar y abandonar la seguridad del puesto funcionarial.


  Durante la primera guerra mundial ,Rohm destacó por su valentía casi suicida en combate, y había sido herido varias veces, una de ellas por un balazo en la cara, que le había provocado una visible cicatriz.

 Ernst Rohm.


  Como perteneciente  a la casta militar, se había sentido en peligro por la ascensión numérica de los comunistas, y además, se había sentido traicionado por el gobierno de la republica de Weimar, a quien culpaba de la entrega del país a las potencias aliadas.


  Poco a poco comenzó a pensar que la única manera de tratar con la extrema izquierda alemana era aniquilarla.Tambien consideraba que la clase media de Baviera, y de toda  Alemania en general, se había visto altamente influida por ideas liberales y principios democráticos parlamenterios.Y pasó a considerar la posibilidad de combatir a ambas, a la extrema izquierda y a la derecha moderada.


  Conocido en Bavaria como “el señor de las ametralladoras “(por la facilidad con las que las encontraba), Rohm comenzó su búsqueda por los numerosos grupos de extrema derecha que pululaban por Baviera.


  En primer lugar, tomó contacto con una organización un tanto extraña denominada  Sociedad Thule, una organización racista y sumamente conspirativa que había surgido de las cenizas de otra organización anterior, la “Orden Germanica”, que había florecido brevemente en Múnich en los años anteriores  a la primera guerra mundial.


  La organización tenía su sede en el hotel Vierjahrzeiten, donde dio comienzo a su trayectoria conspirativa alquilando salas de reuniones a todo grupo político que estuviera dispuesto a pagar el precio.Las salas de reuniones estaban plagadas de orificios, por las que los miembros de la organización escuchaban todo cuanto los asistentes a las reuniones decían.


  Para formar parte de la organización era imprescindible demostrar poseer “sangre aria” desde varias generaciones atrás, aunque no se sabe de qué manera nadie podía probar tal cosa.


  En la sociedad Thule ingresaron muchas de los pioneros del movimiento nacionalista, entre   ellos Ditrich Eckardt, editor de la revista antisemita Auf gut Deustch (un buen alemán), mas tarde mentor de Hitler en su ingreso en el NSDAP.


  O Alfred Rosembreg, mas tarde ideólogo y “filosofo” oficial del nazismo; Hans Frank, futuro abogado de Hitler, Rudolph Hess ,y el sacerdote  Berhnard Stempfle, que mas tarde ayudaría a Hitler  a escribir Mein Kampf.


  Pero Rohm no estaba convencido de la capacidad combativa y la intención revolucionaria de la sociedad Thule, y consideraba a muchos de sus miembros como burgueses con mucho tiempo libre y pocas ganas de arriesgar lo que poseían.


  Otro miembro de la sociedad Thule, Alfred Rudolf Glauer, llevó en invierno de 1918 a Rohm a una reunión de un nuevo grupo político denominado “Comité de trabajadores libres por una paz justa”. El grupo había sido fundado en marzo de 1918 por Anton Drexler, un trabajador ferroviario para el ferrocarril de Munich, que quería utilizar el nuevo grupo para atraer a los comunistas de la ciudad, ya que pensaba que su lealtad a la nación alemana era más fuerte que su lealtad a la clase trabajadora.

 Anton Drexler.

  Al mismo tiempo, la sociedad Thule quería encabezar una revolución de los trabajadores nacionalistas. Aunque desconocían por completo como tratar con los trabajadores, y habían pensado en Drexler como nexo de unión entre ambas organizaciones. Parecían pensar que ellos, los miembros de la organización Thule serian la cabeza pensante, y los trabajadores del grupo de Drexler serian el musculo de la revolucion.


  En octubre, Alfred Rudolph Glauer eligió al periodista deportivo Karl Harrer para que sirviera como enlace con el grupo de Drexler.Lo primero que hizo fue cambiar el nombre del grupo, que consideraba excesivamente largo y fácil de olvidar. Lo cambio a partido de los trabajadores alemanes, el DAP por sus siglas en alemán.


  El programa del nuevo partido fue preparado íntegramente por Drexler, que no era una persona excesivamente culta. Se basaba en la consecución de una sola idea: conseguir un estado germánico étnicamente puro, purgado de todo tipo de fuerzas "extrañas”; Comunistas, liberales, judíos, etc.Y la primera intención de Drexler era atraer a los trabajadores  y librarlos de las garras del comunismo internacional.


  Drexler lo haba pasado realmente mal durante el periodo de dominación comunista de Munich, y en una ocasión había escapado de milagro de ser fusilado por un pelotón del ejercito rojo de Baviera.


  En realidad, el nuevo partido no tenia más que medio centenar de miembros, no era más que otro de los múltiples grupos que solían reunirse en las cervecerías de Múnich a discutir sobre programas irrealizables y con un futuro político muy poco esperanzador.


  Pero tenía a su favor el apoyo monetario de la sociedad Thule, que además le proporcionó importantes contactos por toda Alemania, como el general Ludendorff, que tras exiliarse  tras la derrota alemana había vuelto para residir en una villa cerca de Múnich.


  Lo que necesitaba el nuevo partido en aquellos momentos era un líder capaz de exaltar a las masas. O a todos los que pudiesen entrar en el salón de la cervecería donde solian reunirse.


(Continuara…)

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