lunes, 13 de octubre de 2014

1ª guerra mundial; Imperios ; Gran Bretaña (2ª parte )



Viene de aquí



  En la reunión ministerial del día 24 de julio, el secretario de asuntos exteriores britanico,Sir Edward Grey, comunicaba a sus colegas de gabinete el ultimátum del imperio Austro-húngaro a Serbia.

  El ala dura del partido laborista, tradicionalmente un partido contrario a la intervención del ejército británico en aventuras militares fuera de las islas y las colonias del imperio, poseía una gran fuerza dentro del gabinete ministerial británico en el año 1914.

  El primer ministro Asquith, el canciller Haldane, el ministro de asuntos exteriores Grey, el ministro de hacienda Lloyd George y Winston Churchill, primer lord del almirantazgo habían participado en una serie de conversaciones secretas con el gobierno francés a partir de 1911, por las que ambos países se comprometían a ser aliados contra Alemania en el caso de que los alemanes atacaran a Bélgica.

  El tratado secreto firmado entre Francia y Gran Bretaña indicaba que, en caso de invasión alemana, una fuerza expedicionaria británica ocuparía el flanco izquierdo de la línea defensiva aliada.

  La pertenencia al tratado de la Triple Entente había significado el fin del aislamiento voluntario de Gran Bretaña, que habia llegado a acuerdos de defensa mutua con Francia en 1904 y con Rusia en 1907.


  En ambos casos, los británicos habían decidió dejar de lado antiguas rencillas .Los franceses, atávicos enemigos desde la edad media, y en los primeros años del siglo XX rivales por la colonización de áfrica ;  los rusos, enemigos de los intereses británicos en Asia central y el medio oriente ,se habían convertido en aliados contra el creciente poder del imperio alemán.

  Gran Bretaña era a principios del siglo XX un poder hegemónico en declive. Tras los éxitos del siglo XVIII en América del norte y la India, el imperio británico se había convertido en el mayor imperio marítimo de la historia. Los beneficios del comercio, especialmente los beneficios del comercio de esclavos que comenzaba desde Africa occidental para terminar en las islas del Caribe, financiaron la revolución industrial, que convirtieron a gran Bretaña en la fabrica del mundo. 

  Pero a partir de mediados del siglo XIX y gracias a las leyes anti-esclavitud que se desarrollaban en el mundo civilizado,comenzaron a bajar los ingresos por venta de esclavos, y la potencia industrial de gran Bretaña comenzó a decaer.

  A principios del siglo XX, Gran Bretaña aun tenía el imperio más grande, ya que controlaban la quinta parte de la superficie terrestre del mundo y su imperio contenía a la cuarta parte de la población mundial.

  Pero para mantener tal imperio  era necesario un poder industrial que iba menguando cada vez más y que pronto fue superado por Alemania y Estados Unidos.

  El crecimiento exponencial de la industria alemana a principios del siglo XX necesitaba de materias primas, nuevos mercados y oportunidades de inversión. Alemania había llegado tarde al reparto de las colonias africanas, y su mayor obstáculo para expandirse era el imperio britanico,que no queria perder su posicion.La política mundial alemana, la Weltpolitik, dio comienzo a una carrera armamentística naval contra Gran Bretaña, y creó una armada lo suficientemente potente como para desafiar la supremacía de la Royal Navy británica.

  Gran Bretaña tuvo que responder al envite alemán.Tratandose gran Bretaña de una nación de islas, sin fronteras terrestres y con un pequeño ejército profesional, pudo dedicar todos sus recursos a la construcción de barcos de guerra, para continuar manteniendo su ventaja sobre los alemanes. Entre 1899 y 1914 prácticamente doblo el número de grandes acorazados de su flota.

  En cambio, Alemania, una potencia continental con poderosos enemigos en ambos flancos, se vio obligada a utilizar la mayor parte de sus recursos en ampliar su ejército de tierra: no podía defenderse de sus enemigos europeos y desafiar a la poderosa armada británica en el mar.

  La noción mantenida por los estadistas británicos de la época era que Alemania se estaba comportando de manera agresiva y expansionista. Aunque quien estaba aumentando enormemente su potencial militar eran las potencias de la triple entente. 

  Cuando Alemania se dio cuenta de que estaba perdiendo la carrera armamentística, fue cuando se decidió por la guerra, antes de verse claramente superada.

  La crisis entre Gran Bretaña y Alemania iba a afectar en primer lugar  a la neutral Belgica.El plan Schlieffen alemán preveía una rápida campaña de seis semanas de duración para aplastar a Francia,antes de trasladar la mayor parte de las fuerzas armadas alamenas al frente este, para hacer frente al ejercito ruso, muy superior numéricamente pero mucho más lento de movimientos.



  Pero para garantizar el éxito del plan Schlieffen era absolutamente necesario que las tropas alemanas violaran la neutralidad belga, pasando directamente y a toda velocidad por el norte  de las Ardenas, para atrapar al ejército francés en un movimiento de pinza.

  Tal violación de la neutralidad de Bélgica llevaría sin duda a la intervención militar británica. Y la intervención británica no se debería a la retorica de una “defensa del país pequeño e indefenso “contra la “potencia agresora”, como no se cansaban de repetir los gobernantes británicos.

  La realidad es que Bélgica era muy importante en términos estratégicos para los británicos.Habian ayudado a crear el país en la década 1830-40  y habían garantizado su neutralidad en el tratado de Londres de 1839.La política exterior británica con respecto a Europa exigía que el continente estuviera repleto de pequeñas naciones ,y que no importaba que compitieran o pelearan entre ellas, siempre que no se unieran bajo un solo poder hegemonico.Otra exigencia era que los puertos del Canal de la Mancha en terreno continental no debían estar bajo ninguna circunstancia bajo control de una potencia hostil que pudiera amenazar el poderío naval británico.

  Por eso Gran Bretaña había apoyado con tanta fuerza la independencia de Belgica, un nuevo y pequeño estado independiente en la costa del canal era una medida de seguridad ideal para Gran Bretaña. Era la misma situación que había ocurrido en 1588, cuando la potencia europea hegemónica de entonces, la España de Felipe II había amenazado la seguridad británica con la intervención en los Países Bajos. O en 1704, con la Francia de Luis XIV, o en 1815 con la Francia napoleónica.

  La invasión alemanda de Bélgica en 1914 era exactamente la misma situación, una amenaza directa contra el poder del imperio británico.Gran Bretaña no iba  a ir  a la guerra para proteger los intereses de Belgica o Francia,iba para defender sus propios intereses estrategicos.

  El 1 de agosto de 1914, Alemania declaraba la guerra a Rusia.Pero antes de la guerra en el este,Alemania debia terminar con la guerra en el oeste, para tratar de evitar por todos los medios una guerra en dos frentes. El gobierno frances, sabedor de lo que iba  a pasar, mandó insistentes mensajes al gobierno britanico, pidiendo aclaraciones  sobre la posición británica.

  Pero el 2 de agosto, lo único que los británicos pudieron garantizar a los franceses fue que intentarían evitar que la flota alemana del mar del norte atacara puertos franceses.

  No era suficiente. Ese mismo dia, Alemania exigía paso sin restricciones para su ejército a través de Bélgica y Luxemburgo. Ante la negativa belga,Francia y Alemania se declararon mutuamente la guerra el día 3.El mismo dia,sir Edward Grey se dirigía a la cámara de los Comunes en el más importante discurso de su vida: el gobierno británico ya había tomado su decision,Grey se limitaba a darla a conocer al parlamento y a la ciudadanía británica.



  El 4 de agosto, Alemania declaraba la guerra a Belgica, y las tropas de vanguardia del ejército del káiser cruzaban la frontera. Gran Bretaña declaro la movilización general y envió un ultimátum al gobierno alemán, exigiéndole la retirada de sus tropas a las posiciones de partida antes de 12 horas, o ambas naciones estarían en guerra.


                     Tropas alemanas entrando en Belgica el dia 4 de agosto de 1914.


  El ultimátum expiró a medianoche, mientras una gran cantidad de ciudadanos británicos cantaban el himno nacional a las puertas del palacio de Buckingham. Los lideres nacionalistas irlandeses, las sufragistas y los líderes sindicales mostraron públicamente su apoyo a la guerra.

Y entonces, el imperio británico declaro la guerra al imperio alemán.



(Continuara…)
 


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