lunes, 27 de febrero de 2017

Le Grand Blockhaus (2ª parte )




Imagenes sobre el terreno cortesia de Enrique y Guadalupe.


Viene de aquí:


  El camuflaje del edificio había sido realizado  por un grupo de  jóvenes alemanes de Baviera, y consistía en un falso techo de madera, treinta y seis ventanas falsas pintadas por los cuatro lados ,y unas líneas de ladrillos también pintados en las esquinas y a ras del suelo.


  En una villa cercana vivían los técnicos de la Kriegsmarine, encargados de la observación, el cálculo y la transmisión de mensajes.Casi todos suboficiales, provenían de la escuela de la Kriegsmarine en Kiel, y eran al menos, un oficial de tiro, un observador principal, un observador auxiliar, un cronometrador, un técnico telemétrico y un técnico matemático para cálculos y correcciones.


  Para contrarrestar ataques aéreos, el puesto de tiro disponía   a mediados de 1943 de 6 cañones antiaéreos de 7,5 mm M33/36 de origen frances, situadas en un radio de 150 metros alrededor del puesto de tiro. Unos meses después, se reforzó la defensa con dos cañones Flak 28 de 20 mm, uno a  cada lado del puesto de tiro.


Flak 28 de 20 mm.


  Para finales de 1944 estaba prevista una modernización del material, que incluía el reemplazo de los cañones sobre raíles por 4 cañones de 305 mm, con un alcance eficaz de más de 50 kilómetros.


  En el lado que daba a la costa, el puesto estaba protegido por un acantilado de 10 metros de altura además de varias hileras de alambre de espino. El lado contrario, el que daba a tierra, estaba protegido por 5 ametralladoras en puestos  tipo tobruk, además de un cañón de campaña Fk de 75 mm para defender la carretera que llevaba desde Lorient hasta el puesto de tiro. Se instalaron 3 observatorios adicionales en los campanarios de las iglesias de Batz sur Mer, Escoublac y Piriac, para que las triangulaciones fueran aun más precisas.

 Cañon de  campaña de 75 mm.


  Las instalaciones se completaban con un par de reflectores, seis depósitos de municiones de diverso calibre y una decena de barracones de madera, para albergar  a la tropa encargada de manejar los cañones.

 Tras la invasión aliada en Normandia, 35.000 soldados alemanes y 130.000 civiles franceses permanecieron cercados en  Festung Saint Nazaire, una superficie de apenas 1.500 kilómetros cuadrados.

  Mientras las tropas aliadas avanzaban hacia el interior, la estrategia quedó clara; aislar las ciudades portuarias de la costa francesa en manos alemanas y esperar que el hambre y la falta  de combatividad terminara con la rendición alemana. La lucha por puertos como la Rochelle, Lorient y Saint Nazaire se redujo a bombardeos aliados sobre las instalaciones de submarinos y los sabotajes de los maquis franceses contra las vías de comunicaciones.


  Pero aun asi,los submarinos de la Kriegsmarine fueron  capaces de mantener un flujo constante de suministros a Festung Saint Nazaire, que solo se rindió el 8 de mayo de 1945, cuando el teniente general Hans Junck firmaba la capitulación ante oficiales americanos y de la Francia libre.

 Teniente general Hans Junck entregando su pistola.


Guns of the Atlantic Wall 1942-1945 - Michael Schmeelke


jueves, 23 de febrero de 2017

TURN, espias de Washington: La historia real (1ª parte)



  


  Turn,espias de Washington, serie televisiva de origen estadounidense que narra la historia de la red Culper, una red de espías coloniales que trabajaban para el ejercito continental  liderado por Washington, en la zona cercana a New York en tiempos de la guerra de la independencia norteamericana (1775-1783 ).

  Protagonizada por Jamie Bell (el actor principal de la oscarizada película Billy Elliot) en el papel de Abraham Woodhull, la serie ya ha completado tres temporadas, y se espera el estreno de la cuarta  (y ultima) temporada para principios de verano de 2017.

 Abraham Woodhull (Jamie Bell),en serios problemas.
  
 Más ocupado en pedir al congreso norteamericano fondos para comprar uniformes,alimentos y armas para sus soldados,  George Washington no había puesto excesivo interés en contar con una red de espías en territorio enemigo al principio de la guerra de independencia americana.

  Forjado en las guerras contra franceses e indios, Washington no consideraba necesario perder energías en espías cuando lo que realmente necesitaban sus soldados eran zapatos para cubrir sus pies descalzos y pólvora para sus mosquetes.

  Cuando Washington se convirtió en comandante en jefe del ejercito continental  en Boston en 1775, ni él ni sus oficiales sabían demasiado, no ya del enemigo, sino de sus propios soldados.Su primera tarea de inteligencia consistió en imponer un sistema interno de comunicaciones  y presentación de  informes. Oficiales y soldados escogidos debían tomar nota de los suministros existentes, las quejas de los soldados y la moral entre la tropa, y enviar los informes a través de la cadena de mando en el cuartel general de Washington.


  Solo cuando Washington tuvo un conocimiento exacto del estado de sus tropas comenzo a interesarse en tener información de las capacidades del enemigo. Hasta entonces, los informes recibidos en el cuartel general de Washington sobre las tropas británicas se basaban en rumores escuchados en tabernas y calles de las ciudades ocupadas, o la observación visual directa de fortificaciones y concentraciones de tropas inglesas.

  Por ejemplo, lo que Washington y sus oficiales conocían de las tropas británicas en Boston, los suministros que poseían y donde estaban acuarteladas se lo debían básicamente  a las noticias aparecidas en los propios periódicos de Boston y a unos cuantos civiles chismosos con buen oido.

  Cuando a principios de 1776 Washington decidió lanzar un ataque sobre Boston a través de su puerto, apenas tenia conocimiento del despliegue británico en la ciudad.Afortunadamente para los soldados de las trece colonias, los oficiales de Washington pudieron convencerle para que no llevase a cabo el ataque, que de haberse producido hubiera llevado a las tropas norteamericanas a enfrentarse a los ingleses en Boston sobre una superficie absolutamente helada.

  Washington creyo intuir entonces cual sería el siguiente movimiento britanico : el ataque sobre New York. El ejército continental pasó la primera mitad de 1776 fortificando New York,esperando ingenuamente que las tropas británicas se lanzarían en masa sobre la ciudad.

  Así que la logica llegada  de la flota británica a New York fue una sorpresa para los oficiales continentales, y obligó a Washingtonenfrentarse al problema de su casi absoluto desconocimiento de las intenciones del enemigo.

  Encargó a varios de sus oficiales conseguir información creible, pero los informes, realizados en base a charlas de taberna, subestimaban en gran manera las fuerzas britanicas, que un movimiento de pinza atraparon a buena parte de la guarnición continental en New York, derrotándolos en la batalla de Long Island el 27 de agosto de 1776.


  La derrota obligó a Washington  a retirar su ejercito de Manhattan y New Jersey, y por fin  comenzó a convencerse de la necesidad de disponer de un servicio de inteligencia minimante preparado. Aunque en los primeros meses se limitó a nombrar a los exploradores del ejercito y poco más.

  En el verano de 1777, la flota británica sorprendió de nuevo al ejercito continental, transportando un gran ejercito desde New York hasta la cabecera del rio Chesapeake. 

  Desde allí, los casaca rojas y los contingentes hessianos (tropas auxiliares de origen alemán que combatían para los británicos) marcharon sobre Filadelfia, que capturaron en septiembre tras derrotar de nuevo a los continentales en la batalla de Brandywine.

 Hessianos.

  Tras un año de derrotas, Washington decidió dedicarle más interés no solo a los exploradores de su ejercito,sino a  los espias.Durante la estancia del ejercito continental en Valley Forge,Washington revisó detalladamente las hojas de servicio de  sus oficiales y encargó a varios de ellos la tarea de investigar las posiciones británicas en Filadelfia.

  Uno de sus oficiales contrató como informante a la cuáquera  Lydia Darragh, que tras obtener información plausible  de las intencines británicas, salió de Filadelfia y atravesó las líneas para informar a Washington, que en junio derrotaba a los británicos en la batalla de Monmouth.

 Continentales en la batalla de Monmouth.

  El inicio de la intervención francesa en la guerra de la independencia americana en la primavera de 1778 dió un cambio total a la situación. Por primera vez, el ejercito continental iba a disponer de una poderosa  flota, la francesa, para poder desafiar la superioridad naval britanica, y bombardear y bloquear ciudades costeras en poder británico.

  Washington deseaba terminar la guerra lo antes posible, la desintegración de la economía norteamericana lo hacia necesario, y para ello se centró en atacar New York, la base principal del poder británico en Norteamérica.


  Para tener posibilidades de éxito en su ataque sobre New York,Washington iba a necesitar imperiosamente de un servicio de inteligencia que aportara información absolutamente exacta sobre la disposición y los movimientos de las tropas británicas en New York y los desplazamientos navales de su flota por la costa aledaña a la ciudad.

  Pero el entusiasmo con el que Washington y sus oficiales se acercaron al espionaje no era del todo correcto. Aunque militares veteranos en mil batallas, para el espionaje eran unos aficionados, que dedicaban su tiempo a los mensajes en tinta invisible, a los disfraces, a las rutas secretas a través de las líneas enemigas, códigos, seudónimos para los futuros agentes, etc, nada de organizar una verdadera red de informadores en New York.

 Una de las cartas con tinta invisible recibidas por Washington.

  La tarea de crear una autentica y eficaz red de espionaje en New York le fue entonces encomendada al mayor Benjamín Tallmadge, un graduado de Yale de 25 años de edad nacido en Long island.

 Benjamin Tallmadge.

  El mayor Tallmadge puso en marcha la Red Culper, que originalmente solo tenía dos miembros, Abraham Woodhull y Robert Townsend, que compartían el mismo pseudónimo “Samuel Culper”.Woodholl firmaba sus informes  como Samuel Culper senior, mientras Townsend firmaba como Samuel Culper junior.

  Townsend, un pacifista de una buena familia  cuáquera, vivía en la misma ciudad de New York,en donde poseia varios negocios , donde recogía información sobre los movimientos de tropas   británicas en la zona.Pasaba los informes a Woodhull,que a su vez los enviaba a “John Bolton”, el pseudónimo  que usaba Tallmadge,que a su vez los pasaba al general Washington.


(Continuara…)

lunes, 20 de febrero de 2017

Blitzkrieg ; Patton," the american way " (2ª parte )




 Viene de aquí:

  Como resultado del crack bursátil de 1929 y la crisis económica que le sucedió, muchos de los programas para la modernización y mecanización del ejército norteamericano se quedaron sin fondos. Mientras en el año fiscal 1931-32 se habían destinado a la modernización de carros de combate cerca de medio millón de dólares de la epoca, para el año fiscal siguiente se dedicó un millón de dólares para modernizacion, pero para todas las secciones del ejercito americano.

  Se decidió priorizar tres puntos principales: el rifle semiautomático, artillería antiaérea de pequeño calibre y el automóvil acorazado.

  El rifle era el más barato de producir, y la creencia generalizada  de que el poder aéreo podía significar una gran amenaza había impulsado el desarrollo de  nuevos cañones antiaéreos de bajo calibre. Por su parte,según la doctrina de la "Aproximación Indirecta" del general Liddell Hart,el carro de combate iba a ser considerado como un arma para  operar en la “periferia” del campo de batalla, como una unidad secundaria,mientras que las armas clásicas (infantería,artilleria,caballeria tradicional ) llevarían el peso de las operaciones .

  A finales de 1931,el nuevo jefe de estado mayor,el general Douglas Mc Arthur,decidió desmantelar las fuerzas acorazadas acuarteladas en Fort Eustis,cediendo el diseño y el desarrollo de nuevos vehículos a la caballeria,desplazando a la infantería que era quien hasta entonces se había ocupado.

  Fue entonces cuando apareció J Walter Christie, un brillante ingeniero  e inventor que por aquel entonces pasaba sus ratos libres compitiendo en carreras automovilísticas con aparatos de su invención.

  Christie ya había colaborado con el ejército norteamericano en 1918, cuando su compañía de ingeniería diseñó y construyo el tractor de artillería para obús de 8 pulgadas.

 Tractor artillado Christie.

  Este fue el primer vehículo militar “descapotable” de una larga serie, que podía circular a gran velocidad  por carreteras convencionales o campo a través, ya que la oruga se podía retirar con cierta facilidad en poco mas de 30 minutos usando herramientas sencillas, permitiendo el uso del vehículo por carreteras convencionales gracia a sus enormes ruedas,y colocando las orugas solo cuando el vehículo fuera a ser utilizado campo a través,lo que disminuía mucho el desgaste de de la oruga, un problema importante en aquellos años.

  Con un motor de 6 cilindros que daba 120 CV, el tractor artillado Christie podía alcanzar los 30 km/hora por carretera y los 12 km/h campo a través.

  El correcto rendimiento de aquel primer vehículo llevo a Christie a diseñar y construir su primer carro de combate, el M1919, con un cañon de 57 mm y prácticamente las mismas especificaciones técnicas en cuanto a motor que el anterior tractor artillado.

 M1919.

  Las pruebas realizadas al vehículo confirmaron las primeras malas impresiones; con el motor y la transmisión en la parte trasera, apenas evacuaban el calor, que terminaba afectado a la durabilidad y su comportamiento, siendo además muy complicado acceder a él para cualquier operación de mantenimiento mecanico.

  Christie decidió mejorar el diseño y creo el M1921,un modelo sin torreta,con el cañón y la ametralladora en el frontal del vehiculo.Pero tampoco consiguió las prestaciones necesarias, y fue abandonado en 1924.

  Pero Christie perseveró, y en 1928 producía un nuevo vehículo descapotable, que inmediatamente atrajo la atención de todos los estados mayores de los más  importantes países.

  La primera versión del M1928 era un vehículo sin torreta, que pesaba algo menos de 8 toneladas y llevaba un tremendo motor Liberty de más de 330 CV de potencia, mas de 40 Cv/Ton., un ratio difícilmente alcanzable para los diseños y modelos de otros países.

 M1928.

  Con tal potencia, el vehículo era capaz de alcanzar (teóricamente) mas de 100 km/hora en carretera y cerca de 70 km /h a campo abierto, ningún otro modelo de tanque similar  era capaz de algo semejante.

  Disponía de un suspensión de nuevo diseño, con suspensión independiente a las cuatro ruedas de cada lado del vehículo a base de muelles helicoidales, que permitía un recorrido de suspensión superior a los 290 mm,con lo que el vehículo podía moverse a mayor velocidad por terreno accidentado.

  El primer modelo llevaba dos ametralladoras,una en el frontal y otro colocada como antiaérea, aunque diferentes configuraciones fueron probadas, como un modelo con cañones de 75  o 37 mm o con un mortero de 4 pulgadas (montado en el frontal o transportado en el interior para fuego indirecto).

 Christie también pensó en utilizar este modelo para su tanque volador, del que desconozco si llego a haber algún prototipo,aunque se le dio alguna publicidad :


  Tras las primeras pruebas, el ejercito norteamericano quedo satisfecho con el vehiculo, pero solicito algunas mejoras, entre las que estaba la colocación de una torreta para un solo tripulante con un cañón de 37 mm.

  Christie modificó aún más su prototipo, y colocó una torreta para dos ocupantes, además de instalar una ametralladora en el frontal.

  Este modelo, el M1931, pesaba 12 toneladas y llevaba un motor Continental de 280 CV capaz de llevar el vehículo a una velocidad de 85 km/h por carretera y 45 km/h campo a través.

 Christie a bordo de su creacion,el M1931.

  Hubo tantos diseños diferentes de este modelo y tantas configuraciones distintas (de armamento, o de motor, ya que se llegó a probar un motor Hispano-Suiza que daba más de 500 CV) que es prácticamente  imposible conocer mínimamente la totalidad o la mayor parte de ellos.

  El modelo M1931 fue el último modelo presentado por Christie al ejercito norteamericano (aparte de algunas variaciones y evoluciones,como el T3 ) y podía haber sido una buena base para desarrollos posteriores, pero el ejercito USA decidió despreciar la mayor parte de las ideas de Christie quedándose solo con la suspensión independiente por muelles helicoidales, que pasaron a utilizar en casi todos sus vehículos posteriores.

 M1931 T3,con el propio J.Walter Christie a bordo.

  Pero, aunque el ejército USA decidió apostar por carros de combate  con un poderoso armamento y un grueso blindaje en detrimento de la velocidad y la ligereza, otros ejércitos se aprovecharon de la situación.

  En 1930, agentes soviéticos en EEUU consiguieron escamotear de manos americanas dos tanques Christie M1931 con sus correspondientes planos y, falseando la documentación de envio, lograron meterlos en un barco hacia Rusia, con unos carteles en sus cajas que ponían: “tractor para agricultura”.

  Ambos vehículos fueron enviados a la planta de diseño y fabricación del Komintern en Kharkov, estudiados a conciencia y desmontados hasta el último tornillo. Como los rusos no tenían acceso al motor Liberty  de origen norteamericano que portaba ese modelo, copiaron hasta el último tornillo  de un motor Daimler de origen alemán y lo insertaron en el BT-1 .En pocos meses, mostraban al comité central del PCUS el BT-1, un carro de combate extraordinariamente similar al Christie M1931, afirmando sin rubor que era un modelo de diseño y desarrollo “puramente soviético, sin ninguna intervención de países capitalistas."

 Comparacion entre ambos modelos,que no admite mucha duda.

  Aunque al menos tuvieron la buena idea de,tras intensas pruebas, prescindir de la opción de circular por carretera convencional, dada la práctica ausencia de ellas en la URSS,y optaron por utilizar la opcion "oruga",que ademas evitaba complicaciones mecanicas.

 Sovieticos probando la opcion de ruedas convencionales sobre terreno dificil.

A Photo story of tanks in two world wars – George Forty
Tanks, 100 years of evolution – Richard Ogorkiewicz
The blitzkrieg history – Charles Messenger